martes, 28 de agosto de 2012

El escudo de Colombia y la Política


El escudo de Colombia y la política.
Siempre me ha llamado la atención la leyendo que lleva el escudo de Colombia: “Libertad y Orden”, como una síntesis del ideal de cualquier país, pero que prácticamente ninguno cumple.


Hace años, se me ocurrió que quizá ante esos ideales se interponía una especie de pantalla que los impedía realizarse, salvo una pequeña ventana que permitía alguna parte de uno de ellos o pequeñas porciones de ambos. Como esa que he dibujado sobre el escudo.

 
Así, si corremos un poco la pantalla hacia la izquierda, vamos teniendo más libertad y si lo llevamos al extremo, tendremos toda la libertad pero nada de orden, o sea, la anarquía. La Ley de la selva. Alguna muy buena amiga colombiana, me decía que esa es la actualidad en su país…
Si por el contrario corremos la pantalla hacia la derecha, iremos teniendo más orden, a cambio de perder libertad, que es lo que hacen todos los países cuando promulgan leyes restrictivas. Y llegando al extremo de la derecha, tendremos todo el orden y habremos perdido toda la libertad, que es lo que ocurre con los países dictatoriales o totalitarios. Comunistas, Socialistas, Nazis, Fascistas o de cualquier otro pelaje con que quieran distinguirse.
Por supuesto que, lo ideal sería que no hubiera ventana de ningún género y los países pudieran tener toda la libertad pero manteniendo el orden, que es lo que quería significar el escudo en su origen, pero la historia nos dice que esto es un ideal casi imposible de conseguir, a menos que tengamos un país con una gran educación y sentido cívico. O sea, lo que todos los políticos prometen antes de las elecciones pero que olvidan al día siguiente de tomar posesión de sus respectivos cargos.
En el mundo moderno, los países que más se han acercado a ese ideal, han sido los nórdicos o escandinavos europeos, donde sus dirigentes iban al trabajo a pié o en transporte público… hasta que empezaron a asesinarlos, quizá por fanáticos venidos de otras partes, pero en todo caso, se rompió el orden acostumbrado, aunque mantienen toda su libertad.
En los otros países, se inventan subterfugios o denominaciones para combatir a cualquiera que pretenda perturbar el orden que desea el equipo dirigente de turno, acusando a los personajes molestos de contrarrevolucionarios, antipatriotas, traidores, fachas, enemigos del socialismo o cualquier otra etiqueta moderna, que equivale a las antiguas de hereje, infiel o miles más que la imaginación humana no deja de fabricar. En países muy avanzados y supuestos campeones de la libertad individual, como USA, basta mencionar la frase mágica de “Seguridad Nacional”, para que todo el mundo enmudezca y olvide lo que haya visto…
Pero otro problema añadido es, que la ventanilla que nos deja ver una parte de los ideales, no es del mismo tamaño en todos los países. En algunos, como muchos de África e Iberoamérica, la ventanilla se ha ido estrechando en diversos grados, hasta casi desaparecer, sin dejar rastros de libertad ni de orden, sumiendo a sus poblaciones en una angustia permanente, sin prácticamente la libertad de respirar, y mucho menos la de salir a la calle con cierta seguridad de volver, ya que el desorden es absoluto.
El caso de Cuba, con un orden impuesto a sangre y fuego y cuyos ciudadanos no tienen la libertad, no ya de hablar o expresar cualquier pensamiento opositor, sino la de compartir un hotel o un teléfono celular que ven usar ostentosamente a cualquier extranjero, es típico de las dictaduras comunistas, que nos vendían como un ideal de: ¿Para qué quiere el pueblo libertad si tiene hambre? Y se consiguió el milagro de suprimir la libertad y que además tengan hambre permanente. Se decía que por lo menos tenían una buena medicina, pero si a Fidel Castro no le hubiera enviado la Comunidad de Madrid un médico especialista, quizá estaría ya muerto… Es algo que tendremos que tener muy en cuenta los madrileños, porque quizá algún día nos reclamen por este hecho…
El otro gran país comunista que queda: China, parece que está teniendo un desarrollo espectacular y mediante un sistema de producción de nueva esclavitud, con sus más de 1.300 millones de habitantes que llevan casi un siglo bajo el yugo comunista, trabajan como un gigantesco hormiguero y quizá, hasta se sientan aliviados con pequeñas conquistas de libertad, si tienen en cuenta su pasado reciente. Para nosotros, desde la distancia, vemos un progreso material espectacular en sus obras públicas y en los artistas de todo tipo que nos llegan de allí. Además de las compras de grandes empresas occidentales y el crecimiento de sus reservas de oro y divisas. Ese inmenso país ha sido siempre un misterio para los occidentales, y no sabemos a ciencia cierta qué está pasando en la China profunda. Esperemos que esa prosperidad material de que hace gala, se vaya imponiendo también para toda su población y llegue un día en que puedan adquirir libertades tan simples para nosotros, como la de tener o no tener hijos. Es una falacia decir que si se permite tener hijos la población crecerá desordenadamente. En España, hasta se protege a las familias numerosas y hay muchos expedientes de adopción de niños de otros países, incluyendo China, Pero la población no crece suficiente y hasta nos amenazan con la ruina en unas décadas por ello. La razón es simplemente que cuando los humanos tenemos comodidades materiales, la alternativa de tener o no tener hijos, se piensa más. En fin, por lo menos los chinos, ya han conseguido al parecer la libertad de vestirse de forma individual, y no con el uniforme de Mao. Esperemos que no tarden mucho en conseguir la de comunicarse con el mundo y la de recibir y difundir información libremente, que ahora está severamente restringida, incluso con la sumisión de Google…
Es curioso ese sistema comunista que existió siempre en la Unión Soviética y ahora en China, Corea del Norte, Vietnam y otros, de que sus dirigentes aparecen de pronto sin que se sepa de dónde han salido o siempre son los hijos del anterior, el hermano de Fidel, etc. Y como el papel aguanta todo, a eso lo llaman “democracia”…
En los países de Oriente y del norte de África, van de una dictadura férrea al estilo tradicional con un líder supuestamente popular, como Fidel en Cuba, que derivan en enloquecidos asesinos maniáticos, a unos sistemas paternalistas, basados en las tradiciones tribales, donde hay uno o varios grandes señores, que hacen gala de una insultante riqueza petrolífera, con unos pueblos que en algunos casos gozan de unas concesiones aparentemente generosas de sus amos, como el no tener que pagar impuestos, y gozar de transportes públicos, sanidad y una pseudo educación totalmente gratuitas y otras generosas concesiones, a cambio de que trabajen en silencio y sin pensar mucho.
Afortunadamente para la Humanidad, las nuevas tecnologías de comunicación avanzan de forma imparable y los rebeldes están rompiendo barreras y tumbando mitos, reclamando para todos, no sólo la libertad de informar y ser informado, sino la limpieza y transparencia total en las acciones públicas, por lo que muchos pueblos se rebelan contra ese orden establecido desde siglos, que parecía normal, pero que al comparar se ve que no lo era tanto. Claro que en esto como en todo, también se pueden cometer excesos
Esperemos que seamos capaces de difundir mundialmente la idea de libertad, sin que por ello nos llevemos por delante el vacilante orden que hemos ido consiguiendo y que seamos capaces de digerir toda la información, separando el grano de la abundante paja que la cubre…
Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid,  2012