lunes, 28 de marzo de 2016

La crítica



La crítica
A mi parecer, el problema que tenemos muchas personas, y muy especialmente en España, es que, por pereza de mirar el diccionario, aplicamos muchas palabras en un sentido general, sin atenernos a su significado exacto. Así: La palabra “crítica”, la solemos entender como “ataque”, insulto, ofensa, que es el sentido que suele darle el vulgo, pero que no es, ni mucho menos, lo que significa.
Así, si vamos al diccionario, nos dirá que: es el arte de evaluar, analizar, discernir. O en otras entradas: Conjunto de opiniones y juicios que se hacen sobre cualquier asunto… Pero, lo normal es, que cuando emitimos un juicio sobre, por ejemplo, una disposición gubernamental, nuestro interlocutor, saliéndose por la tangente, nos diga: Es que tú eres facha… o rojo, o lo que a él le parezca lo peor de lo peor, pero sin que tenga nada que ver con lo que estábamos hablando…
La crítica, bien entendida, no es ni positiva ni negativa. Sería una ayuda para su autor; ya que, al hacerle notar defectos o características de su obra, desde otro punto de vista, le ayuda a comprender lo que podría ser la mirada general del público. Luego, él pude discernir si esa crítica es razonable, y cambia algo para conseguir mejor aceptación, o simplemente hace caso omiso, y deja las cosas como están. Bien porque cree que el crítico se equivoca. Porque la opinión de ese supuesto público, no le importa o, porque simplemente, le da la gana de hacer las cosas como las hace… Pero esto, no tiene por qué convertirse en una disputa entre las personas, sino que, lo lógico es, que se circunscriba a la obra en cuestión y a sus características concretas.
Recuerdo una anécdota famosa de Valle Inclán, que era un crítico feroz, pero agresivo hasta la pelea física, y que asistía a todos los estrenos de sus contemporáneos, con el único fin de patear violentamente el suelo del teatro, para boicotear la obra. En un momento dado, de una escena de uno de sus competidores, por otra parte, geniales y valiosísimos como él. El actor decía una frase: Es una mujer, con nervios de acero y guante de seda. A lo que Valle gritó: “Eso no es una mujer. Es un paraguas”… (Hay que reconocer la genialidad de la frase, y quizá la conveniencia de modificarla…)
En Arte, el problema es grave, porque es un tema difuso que, en principio, no se puede ni definir: El Arte es subjetivo y cambiante. Tiene tendencias, modas y escuelas que, cambian con el tiempo, los meridianos geográficos, y a lo largo de la historia. Daría para muchas obras cómicas, si no fuera trágico que, Van Gogh no haya podido vender un solo cuadro en su vida, fuera del que le vendió a su hermano, y años después se paguen muchos millones por sus girasoles, o que Schubert haya sido enterrado de caridad, y hoy se enriquezcan tantos con sus obras, por ejemplo… Y tantos, y tantos otros…
Así pues, por muchos conocimientos que tenga una persona, o muchos años de experiencia en determinada actividad, mi opinión es que, no es ni un milímetro más que cualquier otro. La creatividad. La genialidad incluso, surgen en cualquier sitio y tiempo. Como las plantas que buscan la luz, rompiendo la roca. Lo lógico, creo yo, es que se intercambien opiniones y observaciones sobre cualquier cosa, sin que nadie tenga por qué sentirse ofendido. Ya que, por mucho que queramos entender nuestras obras, como nuestros hijos, tenemos que entender que, se está hablando de cosas, y no de nosotros mismos. Luego, no hay que responder airadamente a cualquier cosa, como si se estuvieran acordando de nuestra madre. (Se puede aducir que, hay veces que quien nos hace una observación, lo está haciendo verdaderamente como una puñalada a traición con una daga florentina, pero es que, esos casos, no tienen nada que ver con la crítica, ni me parece un tema adecuado aquí)
Personalmente, he gastado ya la mayor parte de mi vida, y emulando a Neruda: Confieso que he vivido. Así que, las opiniones contrarias, las ignoro, y las laudatorias, las agradezco, con una especie de sonrisa, medio indiferente. Pero, comprendo que haya muchas personas en edades juveniles, que estén esperando la aprobación ajena, como agua de mayo. Así que, simplemente les diría que se tomen todo con un poco de humor, porque, antes de que se den cuenta, estarán rememorando tiempos pasados, y es mejor que esas remembranzas, sean lo más alegres posible… Al final, el rey y el peón, vuelven a la misma caja.
En las páginas de fotografía, en que estoy colaborando últimamente, he pretendido algunas veces, hacer unas observaciones, un tanto ingenuas, y he obtenido respuestas comedidas y agradecidas, pero otras, asombrosamente, se han salido del tiesto, o por los cerros de Úbeda. Así que, miro todo con interés, pero sin intervenir en nada. Me llegan, como supongo que les pasa a todos, un montón de notas, en que tales o cuales personas, les gusta mi foto. Pero yo paso de largo de esas notas, porque en realidad, no me dicen nada. Cuando alguna persona, hace una observación, generalmente elogiosa. Le contesto con un escueto “Gracias”, y ahí queda todo. Porque en realidad es como un juego infantil, sin ninguna transcendencia. En alguna ocasión, se ha destacado alguna fotografía mía, en tal o cual página. Lo que contesto con una nota de agradecimiento, pero… inmediatamente, busco información de lo que esa persona hace en fotografía, que, generalmente me deja con la boca abierta de admiración, porque la verdad es que, este mundo está lleno de belleza, y una habilidad técnica impresionante… Esto es muy importante, porque siempre recuerdo la fábula del oso que quería aprender a bailar en dos pies, y que termina: Si el sabio no aprueba, malo. Si el necio aplaude, peor…
Hay una página que me interesa mucho: “Fotografía comentada en español”, cuyo artículo 4 de sus normas dice: 4. Salvo que quien publique una foto lo prohíba expresamente, los miembros de grupo pueden EDITAR O MODIFICAR LA FOTOGRAFIA y mostrarla en los comentarios de la foto principal a fin de debatir sobre ella. Quien no quiera que se modifique lo tiene que indicar expresamente cada vez que publique indicando en mayúsculas ¨NO MODIFICAR¨.
 Esto, sí me parece constructivo y una verdadera ayuda, para que todos podamos aprender un poco más. Ya que, se admiten no sólo las críticas, sino la modificación física de la foto en cuestión. Luego, el autor puede tomar nota de esas modificaciones y, aceptarlas o rechazarlas a su arbitrio, pero siempre tendrá la oportunidad de aprender cosas nuevas. Y. lógicamente, quien no quiera que sus sacrosantas obras, sean tocadas por manos infieles, con expresarlo claramente, queda excluido del peligro…
Supongo que, en las otras páginas, se podría aplicar algo parecido, diciéndoles a los participantes que, en cada foto añadan una frase que sea: “Editar”, o, “No editar”, que, junto con las explicaciones que daría cada uno de los que se metieran a opinar o editar las fotos ajenas, todos aprenderíamos algo todos los días…
Y para terminar, una pequeña reflexión de Perogrullo: Hoy, todas las ciencias, artes y actividades humanas, avanzan a tal velocidad que, el que crea que sabe algo sobre algo, ya está obsoleto… (Claro que, eso ya lo decía Sócrates, sin hablar de ciencias). En todo caso, si nos mantenemos alerta y escuchando con atención a los otros, nuestras neuronas se mantendrán en mejor estado y… lo más importante, nos divertiremos como enanos.
Enrique Gutiérrez y Simón
28 de marzo de 2016

sábado, 26 de marzo de 2016

Pobre Newton




¡Pobre Newton!
Este hombre, que dedicó su vida a reflexionar sobre las cosas que le rodeaban, hasta descubrir unos fenómenos naturales, que son fundamentales en nuestras vidas, y redactar una serie de leyes físicas que, llevan demostrándose 300 años y aplicamos todos los días, desde las cosas más sencillas, a los viajes espaciales, está presente en toda actividad humana, pero…
Aunque, normalmente se enseñan sus leyes en las escuelas de todo el mundo, en cuanto se toca un poco el tema de la física y la mecánica; parece que hay unos… o muchos que, oyeron la enumeración de esas leyes, pero no escucharon ni entendieron que, aunque no se den cuenta, su aplicación es universal e inevitable.
No sé si esos personajes, obnubilados por lo que ellos creían su personal revolución universal, no entendieron nada de las leyes de Newton, o no les dieron importancia, pero… como son universales e ineludibles, las consecuencias de esas leyes, les dan en los morros, cada vez que abren la boca.
Así, la tercera ley de Newton, dice en síntesis: Toda acción, crea una reacción de igual fuerza, pero en sentido contrario.
Han aterrizado en España unos personajillos que, posando de sabios y volviendo a inventar la historia a su acomodo, nos tienen estragados con un discurso viejísimo, pero que ellos presentan como si se les acabara de ocurrir, mezclando hábilmente los sentimientos más primarios, con una serie de circunstancias medio ciertas, con unas soluciones ya caducas, y que han demostrado su ineficacia, en muchos lugares y desde hace cien años. Pero… para darles un toque juvenil y revolucionario, lo adornan todo con expresiones radicales. Incluso, algunos de estos personajillos, han conseguido encaramarse en algunas alcaldías, y elevan sus defecaciones verbales a bandos municipales, pretendiendo volver todo del revés.
Pero entonces, la tercera ley de Newton, que no entiende de ideologías ni de lugares ni tiempos, se aplica inexorable y, produciendo la reacción de igual fuerza y signo contrario, les da un capón a los pendejos revolucionarios de bolsillo:
Dice una de estas marionetas de alcalde que: No quiere ver la bandera nacional, y… Nunca se habían visto en España, tantas banderas nacionales, ondeando por toda parte, y hasta sirviendo de capa a los ciudadanos.
Otro, dice que no se siente español… Y nunca se habían visto las redes sociales, con más mensajes, expresando el orgullo de ser español. Con la diferencia de que, muchos se expresan en un lenguaje procaz, con una ortografía lamentable, que a muchos españoles nos produce vergüenza. Probablemente, porque como la reacción producida es “igual”, también es igual el nivel cultural de los que les contestan a los descerebrados, ya que la mayoría de españoles, con una cierta cultura, no se molestan en contestar a estos payasos… “No hay mayor desprecio que el no aprecio”…
Sale otro “cerebro”, despotricando de la Religión Católica y de la Semana Santa, e inmediatamente se llenan las iglesias y las calles de asistentes que, no se sabe bien si eran creyentes de toda la vida, o se les ha despertado su fe, al verla atacada por estos secuaces.
Posando de “pacifistas”, algunos de estos especímenes, hacen declaraciones, o pretenden emitir órdenes contra el Ejército. Prohibiendo que sus miembros participen en las procesiones o celebraciones de toda índole. Pero lo que consiguen es, que los miembros de la Legión, y otros cuerpos, desfilen, con gran asistencia de público enarbolando banderas y dando gritos de Viva España que, les deben sentar como patadas en salva sea la parte, a los reacios a esos cuerpos.
Algún idiota de nacimiento, se le ha ocurrido proponer que, la frase que se llegó a poner como norma en alguna época del franquismo: “Arriba España”, sea delito. Lo que sin duda, va a conseguir que se ponga de moda y se considere algo “moderno”, por los que no vivieron la época de su imposición obligatoria.
Y lo malo es que, como en todo río revuelto, algunos pescadores pretenden sacar ganancia, y, he visto a algunos disfrazados de falangistas, con su escudo del yugo y las flechas, mezclados con los legionarios que habían pretendido evitar que desfilaran. Se supone que el Ejército, es nuestro Ejército, de España y de todos los españoles. Y no tiene por qué, tener un color o símbolo partidista de ninguna tendencia o ideología.
Y, como siempre hacemos en España, nos pasamos en un movimiento pendular que, (algún día tendrán que reconocérnoslo como un invento español, y que todos los relojes nos paguen regalías), produce el efecto, para mí incomprensible y hasta obsceno, de que se publiquen en esa redes, retratos de Franco y gracejos de que, si volviera se solucionaría todo.
Mi biografía, incluye un padre defendiendo Madrid contra Franco, encarcelado después y en libertad condicional perpetua, teniendo que presentarse ante la policía semanalmente. Fui rechazado en la Escuela Oficial de Periodismo, por ser “hijo de rojo”, y me fui de España, cuando conseguí que me contrataran en un periódico extranjero. Me llevé a mis padres, en cuanto pude y, ninguno volvimos, mientras existió el “Régimen”. Así que, ninguna añoranza puedo tener de Franco, ni de la madre que le parió…
Pero, como los nuevos analfabestias, no se han enterado de las leyes de Newton. No se dan cuenta de que, pretendiendo crear leyes para cambiar los nombres de las calles, o viendo símbolos franquistas en cada esquina, lo que hacen es, despertar la reacción contraria, y haciendo que, otros ignorantes como ellos, crean que, si atacan el franquismo, debe ser porque este era lo mejor…
Y, lógicamente, también ocurre al contrario: Se publican páginas y páginas, intentando ridiculizar a los nuevos “genios”, y sacando a la luz sus vergüenzas, que también tienen muchas, con increíbles casos de corrupción y nepotismo, cuando apenas llevan meses en los cargos, pero… vuelve la tercera ley de Newton, y se despiertan un montón de vegetes, añorando los tiempos en que eran jóvenes y participaban en batallas o batallitas, reales o inventadas, y los aclaman fervientemente, como a los centuriones victoriosos en Roma.
Supongo, y espero que, en España haya una gran cantidad de ciudadanos cultos, ecuánimes y ponderados que, en silencio están viendo pasar esa especie de desfile circense. Pero que a la hora de la verdad, sean capaces de poner las cosas en su sitio. Fomentando el que pasemos página del pasado, y sin olvidar, para no repetir los errores terribles, que se cometieron de parte y parte, en todo el siglo pasado, nos pongamos a trabajar en un futuro, en armonía, escuchando con atención la ideas de todas las tendencias, y organizando nuestro país, de forma que tengan cabida todas las opiniones, pero sin imposiciones totalitarias. Porque, de eso hemos tenido suficiente, de esas dos Españas, que decía Machado.
Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid, 26 de marzo de 2016

sábado, 5 de marzo de 2016

Detallitos



Detallitos

Esta avalancha de politiquillos que ha abordado España, como los antiguos piratas abordaban los galeones, con un puñal entre los dientes, porque necesitaban las manos para agarrarse a la borda, dicen ser graduados en diversas disciplinas universitarias, pero más bien parecen los antiguos “cómicos de la legua”, llamados así, porque les era prohibido acercarse a menos de una legua de las ciudades, y tenían que montar sus tenderetes a esa distancia, por ser “gentes de mal vivir”, como se les calificaba.
En sus supuestos estudios, no se sabe bien lo que habrán leído o comentado entre ellos, pero es seguro que, nada de las bases fundamentales del Derecho o de las ciencias políticas. Ni de los fundamentos de la democracia griega, ni del Derecho Romano, y su siguiente evolución a lo largo de los siglos.
Sí parece que han leído a Maquiavelo. Sobre todo, por aquello de: Si no puedes vencerlo, únete a él. O las múltiples enseñanzas de Goebels, el que fuera ministro de propaganda de Hitler, cuyas consignas, repiten todos los días, con mucha insistencia en lo de: Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad. Y más cercanos, quizá se pusieron a revisar las andanzas del Conde de Romanones. El político español de hace un siglo, gordo, cojo y prepotente que, no le importaba que los caricaturistas de la época, le ridiculizaran con dibujos en las primeras páginas de todos los periódicos, sino que le preocupaba, no salir en ellos.
Así, estos cómicos, han aprendido una serie de pantomimas, para llamar la atención del público, y hacen gestos y declaraciones de lo más estrambóticos y tremendistas, con el único objeto de mantenerse en el “candelabro”, que decía alguna figurilla de la TV. Se visten y peinan como indigentes, (quizá porque son verdaderos indigentes morales e intelectuales), aunque son millonarios, y, como todos los estafadores del mundo, prometen a quienes quieren escucharlos, la redención moral y económica de sus oyentes.
Un día, dicen que van a proporcionar empleo a todo el mundo. Otro día, que les van a regalar todos los pisos que encuentren vacíos, y hasta han propuesto que, si alguien se da cuenta de que están irrumpiendo por la fuerza en la casa del vecino, que no llame a la policía, para no perturbar a los invasores que, “también tienen derecho a vivienda”…Otro día, se besan en la boca, dos hombres en pleno hemiciclo del Congreso, en plena sesión, o las mujeres se desnudan, exigiendo igualdad de derechos con los hombres… como si los hombres tuviéramos un inventado derecho a desnudarnos en público…
Claro que, eso de la igualdad, nos recuerda a Quevedo, a los que lo hemos leído, claro. Con aquello de: ¡Igualdad! Oigo gritar, al jorobado Torroba. Y se me ocurre pensar: ¿Querrá verse sin joroba, o nos querrá jorobar? Alguna de estas ex simias mujeres de estas hordas, se explayan en una supuesta esclavitud femenina, y, para compensar, proponen una nueva esclavitud de los hombres, a cargo de las mujeres, describiendo con todo detalle, en declaraciones públicas, todo tipo de actividades sexuales, con múltiples aberraciones que, no es que ellas practiquen, a lo que tendrían derecho, si así fuera, sino que quieren implantarlas a la fuerza al resto de los humanos, en nombre de la supuesta “igualdad”…
Lógicamente, todas o la mayoría de estas paridas, tienen el objeto de que todo el mundo se escandalice y aparezcan al día siguiente en la primera página de todos los informativos. Cosa que consiguen cumplidamente, con una reacción ingenua de los oponentes, que no alcanzan a imaginar otra forma combatir estas chorradas que, despotricar de ellos. A veces con un lenguaje igual de soez que el que estos sujetos utilizan, pero al fin, siguiéndoles tontamente el juego de que, como del Conde Romanones, que se hable de ellos diaria y nochemente, aunque sea mal.
Pero en su prepotencia e histrionismo, ya se pasan y llegan a entrar en el terreno delictivo, sin que los sufridos ciudadanos, notemos la pequeña deriva de las palabras a los hechos, sin fijarnos en los detalles y vayamos poco a poco, tomando como normal, lo que analizado con cuidado, sería una alarmante señal de peligro.
La alcaldesa de Madrid, en un alarde cesarista que la domina, ordenó en días pasados, retrasar la votación de una moción de la oposición, aduciendo que en tal artículo del Reglamento de la Asamblea, se autoriza ese hecho, para recabar pruebas o declaraciones, pero… como le dijeron en ese momento los afectados por su rechazo, ese artículo, se refiere a otros supuestos y no es atinente al caso concreto. Entonces, la señora alcaldesa, que dice ser titulada y ha sido juez, se salió con una pata banco, citando a Machado y diciendo muy puesta: “Se hace camino al andar”…
La mayoría de los periodistas y demás contertulios, citaron el caso, como una parida más de estos personajillos, pero si nos fijamos en los detalles, esto no es una anécdota, ni una ocurrencia. Esto en Derecho se llama prevaricato, porque es una resolución injusta a sabiendas, y esta ex simia, ex juez, no puede alegar que no lo sabía. O sea que, esto ya son palabras mayores.
Antiguamente, los reyezuelos y caciques, administraban justicia según su saber, o su capricho, como hacía Sancho en su ínsula Barataria, y como hacían los cónsules romanos, en los territorios que les tocaba administrar. Pero, poco a poco, esos cónsules con sentido de la justicia, fueron percibiendo que era más justo, advertir a sus gobernados, de ciertas normas que se iban a aplicar de esta u otra manera, durante su administración, y mandaban publicar, por ejemplo: El derecho del acreedor a descuartizar al deudor que no paga, se sustituirá por destierro, embargo de los bienes de sus familiares… etc.
Hasta que pasando el tiempo, se estableció universalmente la frase latina de: “Nullum crimen, nulla poena sine praevia lege”. Esto es, primero se promulga la Ley y luego se aplica. En poesía está muy bien, pero en Derecho no se puede “hacer camino al andar”. En ningún país civilizado, se puede andar jurídicamente, por un camino que no esté previamente trazado, publicado y a pleno conocimiento de todos… Lo otro es dictadura, de sátrapas caribeños que, en el fondo, es lo que quieren ser estos descerebrados.
Y esto, son los pequeños detallitos que no vemos, en la hojarasca de los besos en la boca entre hombres, la mujeres semidesnudas, las vestimentas y peinados zarrapastrosos y demás parafernalia, con la que ocultan sus negras intenciones.
Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid, marzo de 2016