¡OJO! Con los objetivos fotográficos intercambiables
¿Qué opinaríais, si un cirujano pretendiera haceros una
operación, en cualquier sitio, sin que el quirófano estuviera debidamente
aislado, limpio y aséptico?
Pues, igual que no os gustaría que abrieran vuestro cuerpo,
en un lugar que no estuviera libre de gérmenes, a vuestra cámara no le sienta
nada bien, que la abráis en cualquier sitio y durante más tiempo, del
estrictamente necesario.
Todo el tiempo, que mantengáis la cámara abierta, estaréis
contaminando, es decir, ensuciando su interior, y a la larga, sufriréis las
consecuencias, en forma dolorosamente costosa.
Si habéis observado, en cualquier habitación en que entra un
rayo de sol, por el simple hecho de moveros, veréis unas minúsculas partículas
brillantes, que sobrevuelan, por el movimiento del aire que se desplaza con
vosotros. Esas partículas, están ahí siempre, en menor o mayor medida, según el
lugar y la menor o mayor contaminación atmosférica, que muchas veces nos
advierten en los informes del tiempo, y que incluso, llegan a producir el
cierre de la circulación en determinadas ciudades. Así que, cuando separáis el
objetivo de la cámara, toda esa contaminación se introduce en el espacio
interior de ella, y llegará a producir problemas graves, de suciedad en el
objetivo o en la placa sensora de la cámara, y en algún momento, se verá esa
suciedad en vuestras fotos.
Seguramente, habréis visto imágenes de fotógrafos de prensa,
llevando varias cámaras. Antiguamente, lo hacíamos para poder llevar una con
película de color o más sensible y otra con película normal. Quizá una con un
gran teleobjetivo, aparte de la normal, antes de que estuviera disponible el
Pan Cinor, que fue el primer “zoom”, inventado en Francia. Pero ahora, con los
objetivos intercambiables, las cámaras digitales con ISO variable y posibilidad
de disparar en color o blanco y negro, etc. ya no es necesario todo eso,
¿Verdad? Pues no es tan sencillo, desafortunadamente. Si por nuestro trabajo o
simplemente por nuestra pasión por la fotografía, queremos hacer mucha variedad
de fotos, y tenemos el dinero como para comprar una gran variedad de objetivos,
quizá sería prudente pensar, si no sería mejor, elegir comprar varias cámaras,
y llevar siempre cada una con un objetivo diferente, sin cambiarlos.
El hecho de poner y quitar el objetivo, SIEMPRE va a producir
que entre en el cuerpo de la cámara suciedad, que será mayor o menor,
dependiendo del lugar en que estemos, y del tiempo que tardemos en hacer el
cambio.
Por otra parte, el objetivo que quitemos, se ensuciará en la
superficie que normalmente está en el interior de la cámara, por lo que sería
prudente que, inmediatamente lo tapemos con la tapa especial que trae de
fábrica.
He visto un aditamento que venden, para llevar dos objetivos
adicionales pendientes de la cintura, y que en el vídeo, no se ve que lleven
tapa de ninguna clase, lo que me parece un verdadero atentado, a nuestras fotos
y a nuestro bolsillo, porque, indefectiblemente, esos objetivos se irán
contaminando, hasta que se vuelvan inútiles. Hay que tener en cuenta que, las
lentes de los objetivos, van recubiertas de una capa anti reflectante, que es
mucho más blanda que el cristal que cubren, por lo que se adhiere la suciedad
fácilmente y se ralla también muy fácilmente, así que eso de quitar el polvo de
un objetivo con una gamucita, papel tisú, o, con la punta de la corbata, como
hacen muchos, es un verdadero crimen. Es como pasarle un papel de lija. Porque,
lo que hacemos es, restregar contra esa capa anti reflectante, el polvo y
suciedad que hay en su superficie, creando minúsculas rayas que, a la larga
harán que perdamos definición.
La lente delantera del objetivo, no debería estar nunca en
contacto con el aire. Cuando compramos una cámara, en la misma tienda,
deberíamos ponerle un filtro ultravioleta, después de que allí mismo nos ayuden
a limpiar la superficie del objetivo con un pincel o aspirador especial, y no
volver a quitar ese filtro nunca. La superficie del filtro, si con el tiempo se
ensucia, se humedece o se ralla, podemos cambiarlo por uno nuevo sin gran costo
que, en todo caso, será siempre barato, cueste lo que cueste, en comparación
con el objetivo que está protegiendo.
Y la superficie trasera, la que está en el interior de la
cámara, debemos cuidarla como si fuera una joya valiosa, no poniéndola en
contacto con el aire nunca, o el menos tiempo posible, si insistimos en cambiar
de objetivos, pero en todo caso, que la operación sea lo más rápida posible y
tapando inmediatamente, el objetivo que no esté en uso.
Seguramente habréis visto preciosas fotos, de paisajes en que
el sol se filtra entre árboles o edificios, trazando unos impactantes rayos
hacia el suelo… Eso que veis y que hace tan bonito, no es la luz, como pensamos
al verlo, es toda la suciedad, polvo agua y partículas de todo tipo, que están
flotando en el aire. Y esas partículas, las respiramos a lo largo de nuestra
vida, pero los cuerpos, humanos y de los animales, tienen filtros en las vías respiratorias
para defendernos, en parte, mientras que nuestras cámaras, ¡NO! Así que, nos
toca a nosotros defenderlas.
Lo mismo ocurre con hacer macro fotografías, con el objetivo
invertido o con anillos de alargamiento. Es abrir la cámara, quien sabe en qué
circunstancias, y con el objetivo invertido es, exponer la parte interior de
ese objetivo, quizá en contacto directo con plantas o insectos… Hay otras
formas, de adaptar los objetivos para macro, con aditamentos delanteros, pero…
eso es algo ya muy personal. Que cada uno asuma los riesgos que quiera…
Equipo fotográfico tradicional, "foto químico" que también llaman "analógico" con todos los objetivos tapados |
Cualquiera que haya comprado equipo del tipo de objetivos
cambiables, se habrá dado cuenta de que, muchos objetivos cuestan más dinero
que el cuerpo de la cámara, así que, la conclusión lógica sería: ¡Cuidémoslos
en consecuencia!
Y por fin, un consejo de Perogrullo: Igual que se dice que la
mejor manera de mantener limpias las ciudades, nuestras casas, coches y nuestro
propio cuerpo, no es tanto limpiarlos con regularidad, sino intentar que no se
manchen; con nuestra cámara, y especialmente con el objetivo, es más cierto esto…
Es mucho más barato rápido y funcional, mantenerlos limpios, protegiéndolos del
ambiente, que limpiándolos, por muchos aparatitos o soluciones especiales que
tengamos para ello.
Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid, mayo de 2016