viernes, 6 de marzo de 2020

Detallitos


Detallitos

 (Un escrito de hace 4 años que, desafortunadamente, no pierde actualidad, aunque la alcaldesa mencionada ya no lo sea, pero la generalidad de los "políticos", siguen igual o peor...)

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Como estamos en fin de semana, y la caja tonta, está aún más tonta y sucia de personajillos de medio pelo, que de costumbre, me siento un rato a darle a la tecla...

Esta avalancha de politiquillos que ha abordado España, como los antiguos piratas abordaban los galeones, con un puñal entre los dientes, porque necesitaban las manos para agarrarse a la borda, dicen ser graduados en diversas disciplinas universitarias, pero más bien parecen los antiguos “cómicos de la legua”, llamados así, porque les era prohibido acercarse a menos de una legua de las ciudades, y tenían que montar sus tenderetes a esa distancia, por ser “gentes de mal vivir”, como se les calificaba.
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, orinando en la calle...
En sus supuestos estudios, no se sabe bien lo que habrán leído o comentado entre ellos, pero es seguro que, nada de las bases fundamentales del Derecho o de las ciencias políticas. Ni de los fundamentos de la democracia griega, ni del Derecho Romano, y su siguiente evolución a lo largo de los siglos.
Sí parece que han leído a Maquiavelo. Sobre todo, por aquello de: Si no puedes vencerlo, únete a él. O las múltiples enseñanzas de Goebels, el que fuera ministro de propaganda de Hitler, cuyas consignas, repiten todos los días, con mucha insistencia en lo de: Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad. Y más cercanos, quizá se pusieron a revisar las andanzas del Conde de Romanones. El político español de hace un siglo, gordo, cojo y prepotente que, no le importaba que los caricaturistas de la época, le ridiculizaran con dibujos en las primeras páginas de todos los periódicos, sino que le preocupaba, no salir en ellos.

Así, estos cómicos, han aprendido una serie de pantomimas, para llamar la atención del público, y hacen gestos y declaraciones de lo más estrambóticos y tremendistas, con el único objeto de mantenerse en el “candelabro”, que decía alguna figurilla de la TV. Se visten y peinan como indigentes, (quizá porque son verdaderos indigentes morales e intelectuales), aunque son millonarios, y, como todos los estafadores del mundo, prometen a quienes quieren escucharlos, la redención moral y económica de sus oyentes.
Un día, dicen que van a proporcionar empleo a todo el mundo. Otro día, que les van a regalar todos los pisos que encuentren vacíos, y hasta han propuesto que, si alguien se da cuenta de que están irrumpiendo por la fuerza en la casa del vecino, que no llame a la policía, para no perturbar a los invasores que, “también tienen derecho a vivienda”…Otro día, se besan en la boca, dos hombres en pleno hemiciclo del Congreso, en plena sesión, o las mujeres se desnudan, exigiendo igualdad de derechos con los hombres… como si los hombres tuviéramos un inventado derecho a desnudarnos en público…
Claro que, eso de la igualdad, nos recuerda a Quevedo, a los que lo hemos leído, claro. Con aquello de: ¡Igualdad! Oigo gritar, al jorobado Torroba. Y se me ocurre pensar: ¿Querrá verse sin joroba, o nos querrá jorobar? Alguna de estas ex simias mujeres de estas hordas, se explayan en una supuesta esclavitud femenina, y, para compensar, proponen una nueva esclavitud de los hombres, a cargo de las mujeres, describiendo con todo detalle, en declaraciones públicas, todo tipo de actividades sexuales, con múltiples aberraciones que, no es que ellas practiquen, a lo que tendrían derecho, si así fuera, sino que quieren implantarlas a la fuerza al resto de los humanos, en nombre de la supuesta “igualdad”…

Lógicamente, todas o la mayoría de estas paridas, tienen el objeto de que todo el mundo se escandalice y aparezcan al día siguiente en la primera página de todos los informativos. Cosa que consiguen cumplidamente, con una reacción ingenua de los oponentes, que no alcanzan a imaginar otra forma combatir estas chorradas que, despotricar de ellos. A veces con un lenguaje igual de soez que el que estos sujetos utilizan, pero al fin, siguiéndoles tontamente el juego de que, como del Conde Romanones, que se hable de ellos diaria y nochemente, aunque sea mal.

Pero en su prepotencia e histrionismo, ya se pasan y llegan a entrar en el terreno delictivo, sin que los sufridos ciudadanos, notemos la pequeña deriva de las palabras a los hechos, sin fijarnos en los detalles y vayamos poco a poco, tomando como normal, lo que analizado con cuidado, sería una alarmante señal de peligro.

La alcaldesa de Madrid, en un alarde cesarista que la domina, ordenó en días pasados, retrasar la votación de una moción de la oposición, aduciendo que en tal artículo del Reglamento de la Asamblea, se autoriza ese hecho, para recabar pruebas o declaraciones, pero… como le dijeron en ese momento los afectados por su rechazo, ese artículo, se refiere a otros supuestos y no es atinente al caso concreto. Entonces, la señora alcaldesa, que dice ser titulada y ha sido juez, se salió con una pata banco, citando a Machado y diciendo muy puesta: “Se hace camino al andar”…

La mayoría de los periodistas y demás contertulios, citaron el caso, como una parida más de estos personajillos, pero si nos fijamos en los detalles, esto no es una anécdota, ni una ocurrencia. Esto en Derecho se llama prevaricato, porque es una resolución injusta a sabiendas, y esta ex simia, ex juez, no puede alegar que no lo sabía. O sea que, esto ya son palabras mayores.
Antiguamente, los reyezuelos y caciques, administraban justicia según su saber, o su capricho, como hacía Sancho en su ínsula Barataria, y como hacían los cónsules romanos, en los territorios que les tocaba administrar. Pero, poco a poco, esos cónsules con sentido de la justicia, fueron percibiendo que era más justo, advertir a sus gobernados, de ciertas normas que se iban a aplicar de esta u otra manera, durante su administración, y mandaban publicar, por ejemplo: El derecho del acreedor a descuartizar al deudor que no paga, se sustituirá por destierro, embargo de los bienes de sus familiares… etc.
Hasta que pasando el tiempo, se estableció universalmente la frase latina de: “Nullum crimen, nulla poena sine praevia lege”. Esto es, primero se promulga la Ley y luego se aplica. En poesía está muy bien, pero en Derecho no se puede “hacer camino al andar”. En ningún país civilizado, se puede andar jurídicamente, por un camino que no esté previamente trazado, publicado y a pleno conocimiento de todos… Lo otro es dictadura, de sátrapas caribeños que, en el fondo, es lo que quieren ser estos descerebrados.
Y esto, son los pequeños detallitos que no vemos, en la hojarasca de los besos en la boca entre hombres, la mujeres semidesnudas, las vestimentas y peinados zarrapastrosos y demás parafernalia, con la que ocultan sus negras intenciones.

Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid,   5 de marzo de 2016