sábado, 7 de abril de 2018

Tristeza y pasmo


Tristeza y pasmo

Hoy, he recibido la infausta noticia, del fallecimiento en Bogotá, de mi entrañable amigo, y compañero de fatigas cinematográficas, desde hace como 60 años, Hernando González Palacio, cuando ambos éramos unos mozalbetes, (él, más mozalbete que yo), y empezábamos nuestras actividades en cine, él como actor y yo como Productor Ejecutivo, en la empresa Colombia National Films, de Medellín, en Colombia.
Hernando y Enrique, montendo en 35 mm
Y digo tristeza, porque un golpe como este, deja muy triste y deprimido a cualquiera, pero además, se siente un pasmo, asombro e incredulidad, ante el misterio de la muerte, y la sensación de algo sin retorno, sin posibilidad de rectificación o modificación de los hechos, ni en el más mínimo detalle.

Hace tiempo, publiqué un artículo titulado: “Nuestra amiga la Muerte”, reflexionando, sobre esos casos en que una persona ha vivido muchos años, y todas sus facultades se han ido deteriorando, hasta el extremo de que, la Muerte es como una bendición, o un bien deseado. Pero… hay otros casos en que, se siente como un mazazo en la cabeza. Sobre todo para los que nos quedamos, que siempre somos los que pagamos el pato.
Filmando en Cali, en 16 mm
A Hernando, lo seguía viendo como el chaval que era, cuando nos conocimos, entre otras cosas, porque conservaba su permanente sonrisa y su visión positiva de la vida, y porque al tener bastantes años menos que yo, me parecía siempre el jovencito, jovial, sonriente y dispuesto a contar algún cuento, más o menos disparatado, como buen paisa que era.
Habremos hecho más de 20 películas juntos, entre documentales y argumentales de largo metraje, pero nuestras vidas y ciudades de residencia, se separaron y, mientras él seguía en su actividad cinematográfica, que le llevó a participar, como actor, director de fotografía y demás, en casi 100 películas de todo tipo, yo tomaba otros caminos y me dedicaba a diversas actividades.
Lo contrataron en la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, y viajó a varios países, para especializarse en la conservación de material fílmico, además de dirigir y filmar documentales de tipo educativo y de divulgación científica, en cantidades que superaron los 300 programas de televisión.
Coloquio sobre cine en ACOA, en Madrid
Catedrático de cine, en la Universidad y otras instituciones de enseñanza, participó en seminarios, con el famoso cinematografista español Nestor Almendros, autor de la imagen de películas tan famosas como Days of Heaven (Días de Gloria), que obtuvo el Oscar a la Fotografía. La laguna Azul, o Kramer contra Kramer, y autor del libro “Días de una cámara” sobre la “Hora mágica”.
Filmando en vídeo, en Colombia
Hace pocos años, estuvo en Madrid, con su esposa Sixta, y organizamos una presentación de algunos de sus trabajos, la película “La Balada de una Moto”, que hicimos ambos, y una charla, en la que nos contó cómo se ahogó, en el Río Magdalena, en un accidente, durante una actuación, en que iba vestido de guerrillero, con botas, chaleco y canana, llena de munición, lo que lo llevó al fondo del río, donde quedó, ya sin respiración. Pero, otro actor, previamente desprovisto de todo ese peso, se lanzó al agua y consiguió sacarlo y posteriormente reanimarlo. Porque parece que, la Parca le dio una segundo oportunidad, pero sólo hasta hoy…
De visita en Madrid, con Sixta, su esposa
Esa sensación de impotencia, ante el inmenso poder de la muerte, le hace a uno traer una cantidad de pensamientos disparatados, y, si antes pude hablar de “Nuestra amiga la Muerte”, hoy, tendría ganas de encontrármela como figura en los dibujos animados, para poder liarme a palos con ella, y desencuadernarle todos los huesos, de manera que ya no los pudiera volver a colocar en su sitio. Porque, el hecho de haberse llevado a Hernando, tan relativamente joven es, además de una tristeza infinita, una injusticia incomprensible.  

jueves, 15 de marzo de 2018

¡QUÉ VERGÜENZA!



¡QUÉ VERGÜENZA!

Ayer por la tarde, asistí en el Ateneo de Madrid, a un homenaje a un gran hombre, fallecido el pasado mes de enero. Se trata de mi entrañable amigo, Juan Pablo Ortega Mateos. Un personaje que dedicó su vida a estudiar, cultivar y enseñar el magnífico idioma de Cervantes, como profesor en Madrid, en Francia, Inglaterra y USA.
Juan Pablo, es el autor de más de veinte libros publicados, algunos traducidos a otros idiomas y uno de ellos: “Las dos muertes de un tirano”, premiado con el Premio Planeta de Interés Cinematográfico.
Juan Pablo Ortega, firmando libros en el Ateneo de Madrid
Pero… en su homenaje de ayer, en el que intervinieron varias personas de ambos sexos, contando sus excelencias como persona, profesor, escritor y humorista, TODOS, sin ninguna excepción, usaron en diversos momentos, la muletilla que están imponiendo por la fuerza, de meter como con calzador, las palabras del género femenino, además del normal género neutro, que ha sido el masculino de toda la vida.
La mayoría de los oradores, son catedráticos, ya curtidos con una respetable edad, y todos mencionaron las cualidades de verdadero filólogo de Juan Pablo, pero no obstante, insistieron en insultarlo a él y a todos los presentes, con la muletilla de: Todos y “todas”, amigos y “amigas”, etc. Hasta el extremo de que, alguno dijo: Nosotros y “nosotras”, lo que dicho por un hombre, suena, por lo menos sospechoso.
Y todo ello, absolutamente inútil, porque hace a nuestro idioma, torpe, farragoso y malsonante. Pero que, estas personas, cultas, por otra parte, usan probablemente por miedo, a ese fascismo de los grupos “feminazis”, que imponen sus caprichos de cantina de cuartel, con la amenaza de señalar a los infractores, que se atrevan a hablar normalmente, de políticamente incorrectos.
Hay que decir en su descargo que, ninguno usó los nuevos términos de: jóvenas ni miembras…
Me hizo recordar que, Juan Pablo, invitaba frecuentemente a comer a un amigo suyo, súbdito de la Gran… Bretaña, por el simple placer de mantener vivo, su vocabulario de inglés. Con la curiosa circunstancia de que el “nativo” de inglés, le corregía algunas cosas, que luego Juan Pablo consultaba en el diccionario y veía que, él había hablado correctamente, pero que el inglés, “nativo”, pero más ignorante de su gramática, decía lo que él consideraba normal, pero que no se había molestado en estudiar.
Y así nos pasa, a millones de hispanohablantes que, hablamos como oímos, pero el diccionario, no lo conocemos ni por el lomo.
Me aterra pensar, qué idioma hablarán nuestros descendientes, discípulos de todos los “nativos” que oí anoche. Y al final, me alegro de que yo, no estaré aquí para oírlos…
Adjunto una foto de Juan Pablo, firmando libros hace unos años, en el mismo Ateneo que, suponíamos una referencia de la cultura española…  

miércoles, 24 de enero de 2018

PERSONAJES




PERSONAJES
Semblanzas revelando el yo interior de personas relacionadas con ACOA






Reseñas firmadas por

Enrique Gutiérrez y Simón

 publicadas en el Boletín de ACOA



Este folleto, es una recopilación de artículos publicados en el Boletín de ACOA como un inserto en su Libro Memoria de los 25 años del Grupo



Escritos por:

Enrique Gutiérrez y Simón



Impreso en el Centro La Salle en enero de 2018
 

Hermano Alberto




Dicen los ingleses que: Hablar de enfermedades es de mala educación. Y parece que el Hno. Alberto ha aprendido eso desde niño, porque no hay manera de que, cuando le saludamos y le preguntamos ¿Cómo está?, conteste otra cosa que: - ¡Muy bien!…

Pero todos en ACOA sabemos que no está bien. Entre otras cosas, porque ninguno estamos: ¡Muy bien!, ya que el que más y el que menos, tenemos ya unos cuantos calendarios. Normalmente, cuando hay que hacer algo de esfuerzo físico, como mover mesas, traer bebidas y demás, cada uno de nosotros aducimos una u otra dolencia, para escurrir el bulto, pero el Hno. Alberto, siempre está ahí. Colaborando en todo lo que se le pide y hasta lo que no se le pide. Basta que él vea a alguien llevando cualquier cosa de un lado para otro, para que inmediatamente se acerque a ayudar, sin decir nada. Como si estuviera ahí, esperando a ver quién lo necesita.

Algunos socios de ACOA, cuando se les habla de él, no lo conocen por el nombre, así que la forma de identificarlo es muy fácil: ¿Viste ayer a ese hermano que arreglaba un cable eléctrico subido en una escalera? ¿O, el que estaba atornillando una bisagra suelta en una puerta? ¿O, el que estaba podando y arreglando el jardín? ¿O, el que llevaba sillas de a dos, de un aula para otro? Pues ese es el Hno. Alberto.

En general, los HH. De La Salle, parece que hubieran aprendido muy bien aquella frase de: “El que no vive para servir, no sirve para vivir” Y aunque todos son colaboradores y desprendidos, el Hno. Alberto es un caso excepcional, entre los excepcionales. Esperemos que Dios lo conserve entre nosotros por muchos, muchos años…

Septiembre de 2014












Hno. Pascual Maymí




En ACOA, gozamos de la colaboración de una serie de personajes que, ni siquiera son socios del Grupo, pero que colaboran con él en forma fundamental.

Hoy, nos referiremos al Hno. Pascual Maymí, que participa en nuestras actividades en forma eficacísima desde su fundación, dedicándonos muchas horas de su vida en forma desinteresada, que ha de sustraer a sus muchas otras obligaciones.

Desde que residía en el Centro La Salle, ha dirigido con lujo de eficacia el Vídeo Fórum, presentando películas cuidadosamente escogidas, pero siempre promoviendo el análisis y discusión de los problemas sociales que se plantean, no siempre razonablemente comprendidos por los asistentes, que muchas veces rechazan que se les ponga delante la realidad pura y dura de la vida.

Nos ha regalado su saber en varios Talleres como: Francés, Inglés y el estudio de La Biblia, pero muy especialmente el que denominamos Cristianismo, que actualmente está centrado en diversas personas que, a lo largo de la historia, han dado testimonio de su fe cristiana. Algunos, arriesgando, y perdiendo su fortuna, posición social o política y hasta la vida.

Pero antes, sólo tenía que salir de su habitación y llegar al aula correspondiente en el mismo edificio, Mientras que ahora, ha de viajar una hora en transporte público desde donde reside, hasta el Centro La Salle, y otra hora para volver. Cosa que hace con la misma dedicación y puntualidad de siempre, varias veces a la semana.

El que un Hno. de La Salle, dedique horas a investigar y escribir los textos para una clase, para repartir los temas impresos a los alumnos y luego hacer una docta exposición, parecería una obviedad, en una Comunidad que, centran toda su vida en la enseñanza desde su fundador, pero se puede afirmar que el Hno. Pascual y el cuidado y minuciosidad con que prepara cada texto de cada clase, no tienen nada de obvio y que no es “normal”, esa dedicación y esfuerzo, si no se vive con verdadera pasión lo que se está haciendo.

Ya quisieran… (quisiéramos), muchos que posamos de profesores de una y otra cosa, sentir, gozar de esa dedicación y entusiasmo, con la que este hombre excepcional vive su vida.

Sólo se me ocurre una explicación, que podría resumirse con los versos finales del soneto de Lope: “Esto es amor, quien lo probó lo sabe”…

Octubre de 2014






Alicia en el país de las maravillas


¿Qué sería de ACOA si dependiéramos sólo del trabajo de nuestros socios, y no hubiéramos dispuesto desde el principio de la colaboración de los HH. de La Salle, en cuanto a locaciones, consejos y ayuda de todo tipo?

Curiosamente, tenemos la suerte de disponer del trabajo de una serie de personas que, ni siquiera son socios del Grupo, pero que colaboran en forma eficientísima e imprescindible, para que este pueda funcionar.

Nos referimos hoy, a las abnegadas mujeres de la recepción del edificio que usamos como sede, por la generosa cesión de la Comunidad de La Salle, y concretamente a Blanca, Gloria y muy especialmente a Alicia.

Todas ellas, atienden a los asuntos de ACOA, además de su trabajo principal, a veces agobiante de la recepción, pero Alicia, por cuestiones de horario puede dedicarle más tiempo al Grupo. Y puede afirmarse sin duda, que lo hace con una dedicación y eficiencia absolutamente admirables.

Es fundamental su trabajo, en cuanto a la distribución de las aulas que estén disponibles para cada actividad en cada momento, pero también en los cobros y control de inscripciones para los viajes, talleres y cuanta cosa se nos ocurre a los miembros de la Junta, que siempre van a parar a sus hombros.

A veces, se enferma, como nos ocurre a todos, pero en el caso de Alicia, se vuelve un verdadero drama, porque todos los socios andamos por el edificio sin saber para dónde ir, como pollos sin cabeza. Lo que nos hace ver su regreso, como el niño que sale asustado del colegio, hasta que ve a su mamá.

Pero además de esas actividades que podríamos llamar “normales”, Alicia colabora en muchas otras cosas, por propia iniciativa. Llegando incluso a corregir gazapos o metidas de pata en el Boletín o en cualquier otra cosa que haya de ser distribuida, y poniendo su voluntad y conocimientos informáticos, para corregir el entuerto, antes de que llegue a publicarse el borrón.

En este trimestre, llegó a hacer nuevas las listas de los talleres y los recibos, en forma más adecuada a lo que veníamos haciendo, “porque en el verano tuvo tiempo libre”, según dijo después. Cosa que, ni se nos habría ocurrido pedirle. Pero ese es su espíritu de colaboración y su disposición a ser útil en todo momento y lugar.

“Más allá de su deber”, les dicen a los soldados héroes de guerra, y así es nuestra Alicia, en el país de las maravillas, porque hace todo con una sonrisa y una actitud de felicidad contagiosa que, nos hace sentir como si el ambiente que la rodea estuviera impregnado de alegría y una luminosidad especial…

Noviembre de 2014



Hno. Joaquín Gasca. Coordinador de ACOA


Traemos hoy a estas páginas, a otro personaje que no es, estrictamente hablando, socio de ACOA, sino que es el Hno. que la Institución de La Salle ha designado para coordinar las funciones que nuestro Grupo desarrolla dentro de la gran Comunidad de La Salle y concretamente dentro del edificio, que “ocupamos” hace ya 22 años.

A mi mente vienen los nombres de los anteriores coordinadores, algunos ya tristemente fallecidos y otros trasladados a diversos destinos. De todos guardo un grato recuerdo y gratitud por lo mucho que aprendí de ellos. Pero siempre, cumplían su función de coordinación además de las importantes labores que su Comunidad les tenía asignadas. Y nosotros, teníamos que consultar para otras cosas, con el Hno. que se encargaba de la organización del edificio, mientras que otro Hno. se encargaba del coro, etc.

Las circunstancias de la vida, han hecho que en el caso del Hno. Joaquín, todas estas labores descansen hoy sobre sus hombros. Así que se las ve y se las desea, para atender a los compromisos con los grupos externos que ocupan temporalmente los salones, las habitaciones, el comedor y demás lugares, mientras ha de atender a las Juntas Directivas y oír todos los días, las ocurrencias, caprichos y quejas de esos “ocupas” de ACOA que llevan ya 22 años deambulando por su sede. Luego, dirigir el coro y sus ensayos, atender a los grupos de Reflexión, los Momentos de Oración… Y las continuas quejas de que tal o cual equipo electrónico no funciona, porque algún “genio” de los que asistieron a alguna actividad, quiso enmendarle la plana a Edison…

Y lo más curioso es, que el Hno. Joaquín es aragonés. Tierra a la que admiro sobremanera, por su historia y su folclore, pero de la que siempre se espera que sus habitantes sean muy francos y hasta toscos, según el cliché y los tópicos que conocemos desde fuera, pero que confirman geniales personajes como Francisco de Goya, Luis Buñuel o Carlos Saura, para no extendernos mucho, aunque parece que el Hno. Joaquín sea la excepción, porque su trato es suave, amable y cordial, no sé si por naturaleza, o por los muchos lugares vividos o la mucha experiencia de la vida que le ha tocado afrontar… Aunque, cuando cuenta alguna vivencia de su pasado, a veces dura y nada agradable, siempre la envuelve en un tono positivo y con una franca y alegre sonrisa.

Probablemente, este año que empieza será el último para muchos de nosotros. Esperemos que ese Dios que todos suponemos que está allá arriba, nos lo conserve por muchos años y que nos sobreviva a todos, por el bien del Grupo.

Enero de 2015










Carmiña, la Grande



Carmiña, es un diminutivo cariñoso en Galicia, la tierra de los ancestros de nuestro personaje de hoy. Pero en este caso, le viene muy adecuado, por su pequeño tamaño físico, aunque no se adecúe en absoluto, a su tamaño intelectual o moral, que es grande entre los grandes.

Para los que conocemos un poco a nuestra Carmiña, se me ocurre otro calificativo que quizá otros no ven, y sería el de “aguantadora”, ya que, en ese pequeño cuerpo, se aloja un carácter recio, que a veces la impulsaría a saltar al cuello de su interlocutor, si no fuera porque su tolerancia natural o su educación, la hacen contenerse y pasar carros y carretas en nuestro grupo.

A lo largo de los muchos años que lleva de socia, trabajando intensa y gratuitamente con nosotros, ha desempeñado diversos puestos de responsabilidad, pero además siempre colabora en las actividades de otras áreas, con diligencia y eficacia. De manera que los otros, vamos descargando sobre sus hombros más y más responsabilidades, en el convencimiento de que, Carmiña siempre está ahí, dispuesta y silenciosa, para realizar lo que el Grupo le pida.

Ahora, tiene a su cargo la Tesorería del Grupo, pero desde siempre se ha desenvuelto en la función del Ropero Solidario y en la confección de películas sobre los viajes y demás actividades, que suelen venderse, pero siempre para recaudar dinero con fines benéficos. Así, cada vez que se va a hacer una fiesta, se propone hacer alguna peliculita de nuestras vivencias, recopilación de fotos del grupo, etc. Si se va a presentar una película o vídeo musical, hay que poner en marcha los equipos de proyección, y… ¿Quién va a hacerlo? ¡Carmiña! Porque parece que el resto de socios, salvo muy escasas y especiales excepciones, está para venir en las fechas programadas, ¡A ver qué les dan!

Y, como parece que los otros pensaran que está muy desocupada, se ha encargado de la Dirección y confección del Boletín mensual, que realiza con lujo de eficiencia y habilidad profesional, mejorándolo día a día.

Con todo esto, sólo nos falta terminar con la frase consagrada antiguamente en las instancias que se “echaban” a los gerifaltes: “Que Dios la guarde muchos años”…

Febrero de 2015

 





Moisés y la modestia



Siempre me llamó la atención la humildad auténtica con que Moisés andaba por la vida, porque cuanto más lo conocía, más admiraba sus conocimientos sobre muchos temas, pero que casi había que sacárselos con tenazas, por su reticencia a posar de sabio, que tan bien se nos da a muchos otros…

A lo largo de los años que ya tiene nuestro Grupo, hemos tenido que asistir a muchos funerales, pero para el suscrito, ninguno como el de este hombre bueno, lleno de sabiduría y experiencia humana, modesto hasta la exageración.

Era una delicia, pasear con Moisés por un campo cualquiera y disfrutar, de sus conocimientos botánicos, indicándole a este ignorante total: Esto es tomillo, cogiendo unas ramitas y mostrando su refrescante olor. Esto es una encina, este otro un roble, etc. Para no hablar de setas, hongos y demás especies, absolutamente misteriosas para mí, pero de las que era un gran conocedor y verdadero apasionado.

He tenido el placer de hablar con él de aquella España de la posguerra, sobre la que tantas tonterías se han escrito y que al fin es tan desconocida. Y todos hemos disfrutado con aquellas presentaciones musicales que hacía, con su gran colección de música y cantantes, que iba poniendo con habilidad y paciencia en el reproductor de casetes y CD, mientras nos ilustraba sobre sus cualidades y vida artística.

Pero siendo el suscrito un pomposo graduado en Artes Gráficas, me ha dejado muchas veces admirado, por su conocimiento sobre papeles, cartulinas, estucados, repujados y la inmensa variedad de artículos similares, además de sus profundos conocimientos de las técnicas de impresión y reproducción gráfica, que no todo el mundo está en posibilidad de apreciar en su justa medida.

Es una tontería, pensar en lo que pudo ser y no fue. Y siempre quedará la duda de qué habría sido la relación con esta o aquella persona, en diferentes tiempos o circunstancias… Como suele decirse: Nadie sabe lo de nadie y si Moisés se sentía enfermo, probablemente habrá hecho bien en actuar como actuó, pero el hecho es, que renunció a seguir siendo Presidente de ACOA cuando lo era, y en un momento dado, también renunció a seguir en la Junta Directiva y con las otras actividades que realizaba… Desde fuera, a mí me parecía que estaba todavía en capacidad de hacer mucho más por nosotros, pero… Seguro que si actuó como actuó, tendría sus razones, pero se nos hizo muy breve el tiempo en que estuvo con nosotros, aunque en la realidad hayan sido muchos años…

En todo caso, para las dos Marías Teresas que dejó atrás y para mí, ha sido una pérdida incomparable, que dudo mucho que nadie más la haya sentido con esa intensidad…

Y como solemos consolarnos, con la idea de que todas las personas queridas están en el cielo, sólo nos queda la esperanza de que sea verdad y que nos esté mirando con el mismo cariño con que conservamos su recuerdo…

Marzo de 2015


Cayetano y la integridad


Lo curioso con este personaje es, que tuve con él un trato muy circunstancial, a lo largo de los años, tanto en sus cargos de Vicepresidente, como de Tesorero de ACOA, quizá porque no coincidían mucho con mis actividades, o porque, aunque a mí me caía muy bien, quizá yo no a él, lo que no tendría nada de raro. Pero en nuestras esporádicas conversaciones, admiraba en él, su sentido del orden y la integridad, que expresaba con contundencia, en los asuntos del Grupo, que ambos tratábamos.

 Siempre pensé que era un hombre lleno de valores, de los que tanto faltan, en toda nuestra sociedad, y me admiraban sus afirmaciones categóricas, sobre cualquier asunto que se tratara, porque, aunque me parecía que se pasaba, en la forma de ver algunas cosas, también pensaba que tenía razón en el contenido. Expresado con contundencia y pasión, pero al fin, íntegro absoluto hasta el fin.

Me recordaba un poco al “Hombre Unidimensional” que describió Marcuse en su libro del mismo título, hace como 50 años. Con una mente cuadriculada, donde todas las cosas tenían su sitio, y cada una estaba en el que le correspondía.

Y de pronto… me enteré de que había renunciado a todos sus cargos y responsabilidades en el Grupo, porque (Según me cuentan otros), quería dedicarse a viajar con su mujer, Guadalupe.

Los veía a los dos en la calle esporádicamente y nos saludábamos al pasar, pero inopinadamente, me dijeron que tenía un cáncer desde hacía tiempo y que había fallecido…

Lo he sentido de verdad, porque creo que era una de esas personas de las que estamos faltos en todos los ámbitos, y como no sé expresar lo adecuado a estas cosas, sufrí su ausencia en silencio.

Sólo espero y deseo que, Guadalupe encuentre en el trato con el Grupo, algo de consuelo a la irremplazable compañía de Cayetano que, como suele decirse, debe ser como si hubiera muerto la mitad de la compañera que queda.

Así que, sea esta nota como una expresión de Bienvenida a Guadalupe, para que sienta el amor fraternal que palíe, siquiera en una mínima parte su pérdida.

Abril de 2015

















Hno. Jesús Eguskiza. El Ordenador


Todos sabemos que, la frase característica del Hno. Jesús era: ¡Siempre adelante! Pero me he inventado este otro sobrenombre, porque le viene bien en dos significados: Tenía un cerebro más parecido a un ordenador electrónico, por su velocidad mental en todos los aspectos, y muy especialmente por su asombrosa habilidad para los cálculos numéricos.

Por otra parte, era un verdadero ordenador o gestor, por su altísima preparación y su carácter ejecutivo, en el que la manida frase de “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, en él sonaba como lenta o cansina. Se le adecuaba más una frase que dijera: No dejes para luego, lo que puedas hacer ¡Ya!

Mi relación personal con todos los Hermanos de La Salle que he conocido, se ha caracterizado siempre por una especie de asombro, por el trato cordial y cariñoso que he recibido de todos ellos y que no creo haber hecho nada por merecer, pero en el caso concreto del Hno. Jesús, era de un entendimiento total, de unas conversaciones concisas y concretas, en los asuntos que tratábamos. Sobre todo en mis tiempos de organizar los viajes. En las que prácticamente las palabras se reducían a lo mínimo. Porque era tal la simbiosis que, con un simple gesto, (que él siempre acompañaba de una sonrisa) cada uno entendía lo que el otro quería decir.

Siempre me quedará la tristeza, de no haber podido realizar el viaje que pensé hacer, para visitarlo en La Estrella el año pasado. Y espero que, si como todos pensamos, ahora está en el Cielo, no esté creando demasiado revuelo. Porque indudablemente, cualquier lugar en que se halle, no será lo mismo, desde antes y después de su llegada.

Mayo de 2015




Conchita Lozoya. Presidente de ACOA


Hace ya muchos años que, elegimos a Conchita como presidenta, y aparte de sus geniales representaciones teatrales en las fiestas de fin de curso, se la notaba poco, por la absorbente actividad de Aurelio, su marido y secretario de ACOA, prematuramente fallecido, cuando tanto le quedaba por hacer.

Mientras tanto, Conchita se limitaba a su papel, como de “mujer florero”, para lo que tenía sobradas cualidades, por su belleza y juventud, además de una contagiosa sonrisa y don de gentes. Extrovertida y jovial, ponía siempre un toque de alegría y optimismo en todas sus apariciones.

Ahora, ha de llevar el dolor de la ausencia y el cuidado de la familia, con una presidencia efectiva, que hasta el momento no había ejercido… Esto, pone a prueba su fortaleza y espíritu de lucha, que se agrava aún más, con las permanentes ausencias en la Junta Directiva y demás miembros del Grupo, que vamos envejeciendo y desapareciendo inexorablemente.

Los más jóvenes, como ella, se enfrentan ahora a la natural evolución de todas las cosas, que tienen su trayectoria y su previsible final. Con la titánica tarea de que esa evolución sea favorable, con nuevos miembros, en la Junta y en el Grupo, y que el final de este, sea muy lejano en el tiempo.

Los más mayorcitos, desapareceremos, pero mantenemos la esperanza de que esa evolución, con el trabajo de Conchita y los otros miembros que se mantienen activos, se prolonguen muchos años más, después de nuestra desaparición. Así que, sólo nos queda el deseo de que la labor de los que nos sucederán, capitaneados por esta inigualable mujer, y con la generosa ayuda, que siempre hemos disfrutado, por parte de los HH. de La Salle, se prolonguen por muchos años, y que la trayectoria del Grupo esté plagada de éxitos, para disfrute de todos los socios y cuantos lo conozcan.

Tenemos, como todo lo que está vivo, la tendencia a adormecernos y mantenernos en nuestra “zona de confort”, con el miedo natural a todo lo nuevo y a los correspondientes cambios. Por eso se hace más imprescindible que nunca, el aporte de “sangre nueva”. ¡Ojalá! Con nuevos socios, que aporten nuevas ideas y empujen hacia un futuro, siempre incierto, pero al mismo tiempo fascinante, donde es indudable que, Conchita estará a la altura y al frente del Grupo, como los antiguos capitanes, iban a la batalla siempre delante de su ejército, con su estandarte bien alto, para que todos pudieran ver dónde estaba el comandante… ¡Que así sea, por muchos, muchos años!

Noviembre de 2015