domingo, 30 de marzo de 2014

Educación y pasotismo



Educación y pasotismo

Creo que todos los participantes estamos de acuerdo, aunque les demos enfoques con pequeños matices al tema, que al fin y al cabo, es el más importante de toda la humanidad. La Educación, entendida como una serie de conocimientos de lo que ya sabe esa humanidad, pero basada en unos valores y con un entrenamiento para pensar e imaginar, es lo que ha producido todo el progreso. Sólo las personas que usan su imaginación, su pensamiento y creatividad para dar un paso más a lo aprendido de otros, consiguen que la humanidad avance.
En España, creo que hemos caído en una especie de pozo de apatía, con unas leyes que han querido igualar a todos por lo bajo y desposeyendo a los profesores de la autoridad y respeto que tenían y merecen, lo que ha ido produciendo una especie de “pasotismo”, donde todo da igual.
Un hecho real, ocurrido en una Facultad de la Complutense en Madrid.
A los alumnos de esa facultad, les encarga el profesor hacer un trabajo. Una de las alumnas consulta el tema y sugieren demostrar un error que aparece en muchos libros técnicos de su ramo.
Se prepara el trabajo y se hacen una serie de fotografías con las explicaciones correspondientes sobre el tema.
El profesor, al recibir el trabajo, monta en cólera y le dice a la alumna con malos modos que: ¿Cómo se atreve ella a contradecir los libros técnicos?
La alumna vuelve casi llorando al que le aconsejó hacer el trabajo y… lógicamente recibe el consejo de que, le diga al profesor que perdone el error, que ella se había equivocado, etc.
Este profesor, seguirá impartiendo su ignorancia y su ceguera a todo alumno que tenga la desgracia de caer en sus manos, ya que el trabajo presentado tenía pruebas fehacientes de lo que exponía, pero… Es que pensar da un dolor de cabeza insoportable… Para algunos.
¿Qué habría hecho un profesor normal en cualquier otro lugar que no fuera esta tierra de “pasotas”? Probablemente, haber captado inmediatamente que era una idea digna de estudiarse, e incluso haber formado un equipo de estudiantes para desarrollar el tema y luego firmarlo él, como director del equipo que descubrió el error en los libros. Pero… eso es lo que suele hacerse por otras latitudes.
Naturalmente que España también produce desde siempre profesores eminentísimos y alumnos esforzados que destacan a nivel mundial, pero por eso los unos se van a países donde se fomenta la investigación y los otros consiguen empleos bien remunerados, como investigadores o profesionales de su ramo… pero fuera.
Se sabe y se comenta frecuentemente que, muchos licenciados de enfermería y muchas otras profesiones formados en España, consiguen fácilmente puestos en otros países de Europa, pero generalmente ha sido por su esfuerzo personal, ya que, las universidades españolas, después de haber sido referentes mundiales, han caído a niveles inferiores a países que llamamos “en desarrollo”. Mientras que en USA, donde se fomenta la investigación en la misma universidad y la relación directa con la industria de cada ramo, va tomando la delantera en el mundo.
Parece que algo así es lo que pretende el proyecto Bolonia, pero ya tiene opositores frontales, antes de que ese proyecto acabe de definirse y por supuesto, antes de que sus opositores lo hayan leído siquiera…
Y sobre las becas, parece que se tomara como si fueran una limosna que hay que dar a los menos favorecidos… Mi opinión es, que son un estímulo para fomentar el esfuerzo y afán de superación. Si los que las reciben son de una clase social u otra, debiera ser absolutamente irrelevante, pero sí fundamental que se esforzaran en busca de la excelencia siempre. O sea, que fueran una élite. No social ni económica o de un partido político u otro, sino una élite intelectual, puntera de la nación.
Se ha publicado que, España es uno de los países de Europa que más dinero gasta en cada alumno. Así que la pregunta para dejar en el aire es: ¿Cómo se administra ese dinero?

viernes, 28 de marzo de 2014

Corrupción



Corrupción

Cuando leemos la palabra “corrupción”, se nos viene a la mente un grupo de personas que, los unos consiguen contratos multimillonarios para hacer una obra o suministrar un producto y otros, generalmente funcionarios, o politiquillos en un puesto clave, facilitan el que el primer grupo consiga esos contratos, mediante un precio por su “gestión” o intermediación. (Ají, Serrucho, Coima, etc.)
Pero esta palabra tiene muchas otras acepciones, aunque la originaria es: la descomposición de un cuerpo u organismo muerto. Y en ese sentido se debe y de hecho se aplica, al cuerpo social de un país, en el que han muerto los valores éticos o sociales.
La corrupción no sólo afecta a los grandes contratos. Si lo miramos bien, está inmersa en las costumbres de cada día de todos nosotros e impregna a los países como una mancha de aceite: Corrupción es “colarse” en el puesto de una fila; conseguir agilizar trámites, por pequeños que sean, por medio de un amigo y en general, disponer de las cosas ajenas, abusando de nuestra posición de dominio, en las cosas pequeñas o grandes: Corrupción de menores, sexual y de mil formas que no son tema de este escrito.
Sería interesante pensar, en cuantas veces hemos recibido un bolígrafo, marcador o cualquier otra cosa, nimia y sin mayor importancia, de una persona que nos la obsequia porque ella la consigue gratis en la institución en que trabaja. O cuantas personas se llevan a la casa los útiles de oficina: Papel, bolígrafos, lápices, etc., de su lugar de trabajo, para que sus hijos hagan las tareas del colegio, sin darle la mayor importancia… Pero eso también es corrupción.
Un alto funcionario alemán, recibió una visita de trabajo y le ofreció agua al visitante, pero uno de los vasos cayó al suelo. Inmediatamente el funcionario se arrodilló a recoger los pedazos y meterlos en un sobre.
El visitante “latino” le preguntó con curiosidad por su actitud y el funcionario le explicó: - Tengo que entregar los pedazos, para que me den otro vaso… ¿Cuándo llegaremos a eso?
Como un pequeño consuelo, nos basta verificar las estadísticas que se publican anualmente, para comprobar que la corrupción o falta de transparencia en la gestión pública, existe en todo el mundo, pero con grandísimas diferencias entre unos países y otros. Siendo los menos corruptos los del Norte de Europa, con Singapur, al otro lado del mundo y los de Norteamérica, con la excepción de Chile, que es menos corrupto que USA, por ejemplo. Luego, siguen en corrupción todos los de África sub sahariana y terminan la lista, como los más corruptos de todo el mundo, los que curiosamente presumen de “moral socialista”. Rusia, Venezuela, Argentina y Corea del Norte, como el más corrupto entre los corruptos.
La corrupción, se mide por la transparencia de las administraciones, en un puntaje que va de 100, como más transparente y por tanto menos corrupto, a 0, que sería totalmente corrupto o falto de transparencia.
En esa escala, España está en la posición 30, a años luz del 59 de Italia o el 67 de Grecia, (Sus países hermanos meridionales) Colombia está en la posición 80, con un modesto 3,6; pero muy superior a la 100 de Argentina con un 3,3; y a siglos de la 172 de Venezuela, con un 2,1. Si hablamos de Iberoamérica. Rusia está un poco mejor, en la posición 143 con un 2,8; Paraguay en la 154 con un 2,5 y como campeón mundial de los corruptos entre los corruptos, cierra la lista Corea del Norte, en la posición 182, con un 1,3.
Naturalmente, esta escala se refiere sólo a la corrupción administrativa y se mide por encuestas entre los industriales y comerciantes del mismo país analizado, pero la corrupción general, a pequeña escala e infectando a toda la sociedad en su devenir diario, está mucho más extendida, pero no sería raro que siguiera a la administrativa en las mismas proporciones, solo que más generalizada.
En España, no tenemos los casos de corrupción galopante y generalmente admitida por todos, como si fuera una maldición divina, que sí ocurre en algunos países de África e Iberoamérica, donde los políticos manejan la cosa pública en beneficio propio, como si el país fuera una finca particular, aunque sí tenemos políticos con esa tendencia y se han dado casos verdaderamente escandalosos, pero aquí, todavía nos indignamos por ello, mientras que en los países citados se admite como algo natural, con una resignación fatalista.
Sí tenemos los españoles demasiados “políticos” inútiles, sobrantes e incapaces, a los que se les nota un sentimiento de supuesta superioridad, como si fueran “hijos de mejor mama”, que dicen en Sudamérica. Se pasean en coches oficiales, con conductores y varios escoltas, cuyos gastos totales son pagados por nosotros, sin ninguna utilidad real. Hasta llegar al extremo de que sus hijos, matriculados en colegios privados carísimos, tengan conversaciones tan estrambóticas como, quién tiene más escoltas y en cuantos automóviles los tienen que llevar al colegio…
Eso también es corrupción, aunque lo tengamos ya asumido. Y lo peor es, que se va creando una casta especial desde la niñez, como aquellos cortesanos de antaño, que se distinguían con títulos de “nobleza”, regalados gentilmente por el rey de turno y que ninguno tuviera nobleza verdadera, aparte de distinguirse porque ellos sí podían permitirse comer carne y para el pueblo estuviera restringido, por su precaria economía.
Aparte el elefantiásico gasto en retribuciones millonarias, fuera de lo normal en la economía del país, con prebendas de todo tipo, como los viajes internacionales en primera clase, alojamientos en hoteles de lujo y otra serie de privilegios difíciles de justificar, se llega al extremo de pagarles plus de alojamiento en Madrid, a los parlamentarios de otras provincias que a su vez, son propietarios de varias casas y apartamentos en el mismo Madrid. Eso también sería corrupción, si fuéramos de verdad serios.
Por otro lado, se le suministra a cada parlamentario al principio de la legislatura, una serie de elementos de “trabajo”, como teléfonos celulares de última generación, Ipad, ordenadores portátiles y de torre, conexiones a Internet en su despacho y en su casa, por cuenta del Estado, etc. A los pocos meses de la legislatura actual, ya 30 de los 300 parlamentarios. Es decir, el 10% de ellos, han llegado a la oficina correspondiente a decir que su Ipad se les ha “perdido” o se lo han “robado”.
Por un lado, sabemos que todos o la mayoría de ellos, los estarán usando los hijos o sobrinos de ese parlamentario, porque como son “gratis”… Lo malo es, que como España está en crisis, se han llevado la gran sorpresa de que les han dicho que no se los reponen… Que si los han perdido, que compren otro de su bolsillo…
Por eso se dice que las crisis tienen su lado bueno, como oportunidades de mejora en las costumbres y apertura de nuevos horizontes.
Pero en realidad, el verdadero problema de la corrupción lo tienen que arreglar los mismos corruptos o parte de ellos, que son los que forman el poder del Estado. Y como cada uno ve la corrupción sólo en el partido oponente, mientras tolera paternalmente la del propio, no hay forma de “ponerle el cascabel al gato”, ya que hay corruptos en el sistema legislativo, que deberían aprobar leyes contundentes y radicales contra los corruptos, pero también se mira de diferente manera la forma de aplicar esas leyes en el poder judicial, porque hay jueces agrupados en denominaciones “conservadoras” o “progresistas”, lo que es una verdadera aberración jurídica. Si fuéramos serios, cualquier juez que salga en los medios de comunicación haciendo declaraciones en cualquier sentido, debería ser destituido fulminantemente. Los jueces deberían estar para juzgar, con equidad y diligencia, que es el verdadero sentido de la justicia, y sus opiniones, para su fuero interno, (que también tienen derecho, ¡No faltaba más!, pero calladitos.
Y luego, en el sistema ejecutivo, que es quizá donde más se practica la corrupción a dos manos y donde se mira con lupa lo que hace o ha hecho cada gobierno, pero del partido oponente. Nunca del propio, que para ellos es puro y limpio como una doncella.
Ahora bien, los verdaderos culpables de todo esto, somos los propios ciudadanos, que nos dejamos engatusar con pueriles discusiones partidistas de aldehuela, preocupados sólo de si los señalados como corruptos son “de los nuestros” o de “los otros”, para saber si debemos indignarnos o no, según nos indique el partido o medio de comunicación de nuestras simpatías…
Quizá debiéramos llenar nuestras ciudades de monolitos de piedra, en que estuvieran grabadas las palabras de Ortega y Gasset: "Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la Hemiplejía moral". “No hay que tener ideologías. Hay que tener ideas”.
Mientras los ciudadanos normales nos dejemos manejar como borregos, los corruptos y sinvergüenzas de todo tipo, sonreirán y se frotarán las manos complacidos.
Enrique Gutiérrez y Simón

martes, 25 de marzo de 2014

Sistemas de gobierno



Sistemas de gobierno

Afortunadamente, en la España actual tenemos el derecho a expresarnos como a bien tengamos, y por tanto, la libertad de elegir libremente nuestras preferencias políticas religiosas o de cualquier índole. Incluso, hay quien se pasa un poco, y propugna o alaba la dictadura, cosa que no les permitirían en países como Francia o Alemania, que no admiten lecciones de democracia de nadie.
Preferir el sistema de gobierno republicano, o cualquier otro, me parece perfecto, pero como en toda discusión inteligente, creo que se debe empezar por definir lo que queremos decir: Ricardo, ha hecho una breve síntesis de lo que fue la II República española, que creo muy ajustada a la realidad, y por tanto, yo no querría para mi país ese modelo, otra vez. Pero me encantaría una república como la francesa, alemana, norteamericana y muchas otras, que tienen sus defectos, como todo, pero llevan a sus países hacia adelante.
También me gustaría una monarquía como la inglesa o cualquiera de las del norte de Europa. Así que creo que el sistema de gobierno es indiferente, siempre que esté compuesto por estadistas. Personas que dediquen su vida al bien de su país, con la vista en el futuro y en el bien común, no en el propio ni en lo que digan las encuestas de ayer. O una ideología férrea y excluyente. (Hoy se está enterrando a uno de esos estadistas, así que no tenemos que buscarlos por ahí. Aquí también se dan).
Existen montones de “repúblicas” donde el gobierno es hereditario, así que ese posible “defecto” de las monarquías, queda eclipsado por el eufemismo de unas “elecciones” que creo nada tienen que envidiar las españolas actuales.
Y en cuanto al “cristal con que se mira” de Calderón, me permito remitiros a mi artículo que publica hoy Alberto Enguita en otra página, cuyo link os adjunto, y un extracto del cual os pongo a continuación. Y perdonad el mal gusto de la autocita…
“NINGÚN PERIODISTA PUEDE SER OBJETIVO. Todos los seres humanos, lo queramos o no, cuando transmitimos un concepto, idea, escrito o imagen,  está indefectiblemente “teñida” de nuestra personalidad, de nuestra cultura o falta de ella, de nuestros prejuicios y forma de pensar y por fin, de nuestra buena o mala intención. Cuando hago una fotografía o filmo una secuencia, “encuadro” la imagen, es decir la “encajono”, la selecciono y por tanto, la muestro como yo pienso que debe ser, pero si muevo la cámara aunque sea un poco en cualquier sentido, arriba o abajo, a la derecha o la izquierda, la imagen será absolutamente otra, luego, esa imagen será “mi forma” de ver la realidad y, obviamente, otra persona la verá de forma diferente. Cuando yo escribo, selecciono, del ingente acerbo de palabras que tiene mi idioma, las que yo creo adecuadas o las que conozco, pues hay una inmensa cantidad que no forman parte de mi léxico y obviamente, otra persona, expresará esa idea con otras palabras o en otro orden y por tanto, su escrito será sustancialmente diferente.”

domingo, 23 de marzo de 2014

Educación



Educación

Creo que en este tema, hay que definir las palabras que usamos: Educación, sería el conjunto de normas y saberes que todo ser humano debiera adquirir al principio de su vida. Antiguamente, hubo un tiempo en que el ministerio correspondiente se llamó “de Instrucción”, con lo que pareciera que su misión era que los alumnos aprendieran “cosas”, historia, geografía, matemáticas, lenguaje, etc. y ahora, aunque el ministerio no ha cambiado de nombre, parece que se aplica ese criterio. De manera que la Educación, como el conjunto de normas y conductas debidas, se deja a los padres… o se deja de lado. Es ya sabido cómo algunos padres ¡Y jueces!, se oponen a que los profesores corrijan el comportamiento de sus alumnos, ¡Pobrecitos!…
Pero, realmente la Educación debiera englobar las dos cosas y, profesores y padres debieran cooperar y tener una meta común, que sería conformar y mejorar a sus alumnos/hijos.
Me gusta la frase: “La Cultura, es lo que queda después de haber olvidado todo”. Es decir, es el poso, el residuo o meta final de toda la educación, que aquí no incluye sólo lo aprendido en los estamentos docentes, sino en la familia y… ¡En la vida!
La Educación, con ese conjunto de Padres/Profesores, no debiera pretender que los educandos aprendieran sólo “cosas”, sino que, principalmente aprendieran a pensar, a usar su raciocinio para manejar esas “cosas” que, por sí solas no significan nada, y lo más que pueden conseguir es producir eruditos, que citan fechas y datos sin fin, pero sin comprenderlos ni sacar ninguna conclusión práctica.

Pecados al escribir



Pecados al escribir

Querida Soraya:... ¡Perdón! Madre Soraya, confieso que he pecado. Quizá mi mayor pecado es el de impaciencia que citas. Es verdad que tengo propósito de enmienda, como manda la Santa Madre Iglesia, pero... ¡Es tan difícil!
Creo que todos los pecados que citas son reales y los he cometido, aunque me esfuerzo por aprender y rectificar. El que mencionas de repasar lo escrito después de un tiempo, aunque sean sólo unas horas, es verdaderamente sorprendente y es real esa frase de: ¿Esa tontería la he escrito yo?...
Sólo me queda el consuelo de recordar a Machado con: “Se hace camino al andar”…