miércoles, 22 de junio de 2016

Conocimientos derogados



Conocimientos derogados

Todos sabemos que, la memoria es algo fundamental en la vida, aunque no debemos cometer el error de darle mayor importancia de la que tiene.
Si aprendemos algo, simplemente de memoria, sin fijarnos en sus orígenes ni sus principios, corremos el riesgo de que, en cuanto cambie cualquiera de sus datos o componentes, nos quedemos sin conocimientos.
Había un profesor de Derecho que, hacía gala de saberse de memoria la Constitución, e incluso hacía demostraciones muy impactantes, de recitar de memoria todas y cada una de las palabras de cualquiera de sus artículos, sólo con citarle el número de este.
Algunos, nos atrevíamos a discutirle que, los textos legales no hay que aprendérselos de memoria, sino conocer su contenido en general y la mecánica para buscar lo pertinente en cada caso y las relaciones de unos artículos con otros, que traten del mismo o relacionado tema. Sin conseguir convencer al sujeto. Hasta que… Se aprobó una nueva Constitución, que derogaba la anterior. Lo que significó que a este hombre, le derogaron sus conocimientos. Pero en realidad, los principios constitucionales y el manejo del nuevo texto, era igual al anterior, por lo que lo normal para cualquiera sería, adaptarse al nuevo sin grandes esfuerzos.
Los que hayamos andado entre automóviles, hace unas décadas, podíamos reparar un problema en nuestro coche, sin grandes esfuerzos ni herramientas sofisticadas, ya que los principios de un motor de explosión son sencillos en su planteamiento y podían revisarse con relativa facilidad, para descubrir el problema, pero… la técnica ha avanzado muchísimo en este ramo, por lo que a todos aquellos mecánicos que repetían las mismas maniobras una y otra vez, con éxito, les han derogado sus conocimientos. Ya que los automóviles de hoy, ni tienen carburador, ni distribuidor de corriente ni nada de lo “normal”, pero funcionan con los mismos principios de siempre. Así que, el mecánico que se haya preocupado de adaptarse y aprender, no tiene ninguna dificultad para seguir trabajando, aunque con herramientas diferentes y los equipos adecuados a las nuevas tecnologías.
En fotografía, la revolución ha sido total. Puede decirse sin exageración que, la fotografía, tal como la conocíamos hace no muchos años, ha desaparecido, llevándose por delante miles de negocios de venta de equipos y procesado de imágenes. Hasta las fábricas de fama mundial como Kodak, ya no existen. ¡Pero los principios siguen siendo los mismos!
La fotografía es en esencia: “Imagen hecha con luz”, y eso no ha cambiado en absoluto, aunque las cámaras no tienen nada que ver con las anteriores, y el material en que se fija esa imagen tampoco, ni la “post producción” o forma de “revelarla” o manipularla después, ni el soporte en que solemos verlas o archivarlas.
Así pues, aquellos que se hayan esforzado en aprender cosas de memoria como: combinaciones de exposición “mágicas”, fórmulas de reveladores “milagrosos” y demás zarandajas que, algunos les daban poderes de “magufos”. Han visto derogados sus conocimientos.
En la fotografía la técnica es secundaria. Importante, pero no es lo esencial, ya que incluye otro montón de cosas. Por otra parte, comunes a todas las artes visuales: Pintura, arquitectura, decoración, etc. como: Composición, Inspiración, imaginación, creatividad, oportunidad, agilidad, esfuerzo, paciencia y muchas otras cualidades que son permanentes, aunque difíciles, pero que todos tenemos en mayor o menor medida. Por lo que, aquellos que hayan tenido la fortuna de cultivarlas y ejercitarlas. ¡No se las pueden derogar! Por muchos adelantos técnicos que se vayan inventando. Aunque es verdad que, se necesita un cierto esfuerzo para estar en permanente revisión de conocimientos y actualización, incluso de palabras, que se van incorporando, pero que no cambian en absoluto, los valores verdaderamente importantes.
El talento, la intuición y creatividad, crecen en los sitios más insospechados y se ríen de los conocimientos académicos y los títulos o diplomas. Cualquiera que vaya por el mundo “con los ojos abiertos”, verá personas asombrosas, en los lugares más inverosímiles, haciendo cosas que, a otros les cuesta años de esfuerzo. Como aquellos niños desarrapados, y seguramente analfabetos, que he visto muchas veces, que le hacen un agujero a un barreño de lavar ropa, le ponen una cuerda cualquiera y con un palo, tomado de cualquier sitio, se ponen a tocar verdadera música. No la fácil percusión de golpear algo rítmicamente con las manos u otro palo, sino música de verdad, ya que han convertido el barreño en una especie de contrabajo, y crean las notas, tensionando más o menos la cuerda con el palo, mientras la hacen vibrar con la otra mano.
Y en fotografía, ya se ha hecho el experimento de entregar una serie de cámaras de las que había antes, de un solo uso, a un grupo de personas sin ningún conocimiento del tema, y… entre las muchas fotos desechables que se han recopilado, han aparecido verdaderas obras de arte que, demostraban una imaginación y una visión del mundo impresionantes. Si hoy se hiciera ese mismo experimento, con cámaras digitales automáticas, probablemente el resultado sería mejor…
Para los que ya hemos caminado algo, por ese camino, quizá lo que se necesita es, lo mismo que para el resto de la vida: Mantenerse en “Formación Permanente”. No dormirse en el pasado, ni en lo bien que hacíamos tal o cual cosa… Esto, y quizá el resto de la vida, es como estar escalando una montaña, cuya cima quizá alcanzamos a vislumbrar, pero el hecho es, que nunca llegamos, porque la muerte escala más rápido que nosotros y nos alcanza antes. Y como en los grandes abismos, es inútil y muy peligroso mirar atrás.
Algunas personas, hemos tenido la gran fortuna de haber descubierto la fotografía hace largo tiempo, y con ella, hemos tenido decepciones, fracasos y maravillosos éxitos. Pero todo eso, es pasado. Aquellos conocimientos que tanto esfuerzo nos costaron y que tanto nos ayudaron en su momento, nos han sido derogados por el avance del progreso. Ahora, surgen cada día, a una velocidad cada vez mayor, nuevos equipos y nuevas técnicas, con programas informáticos maravillosos, que permiten hacer cosas, antes ni soñadas. Por lo que, a menos que nos resignemos a quedar apartados en la cuneta del camino, tenemos la ineludible tarea de mantenernos informados. Experimentando, ensayando y en suma, aprendiendo todos los días, con la actitud humilde del “amateur”. Del aprendiz mudo de asombro, al ver las obras que son capaces de realizar, aquellos que han avanzado más, por inteligencia, constancia y esfuerzo, para intentar acercarnos a ellos, sea o no posible esto.
Pero el que sea posible alcanzar a los otros, o no, en realidad no es lo más importante, porque no se trata de competir con otros. Ni intentar ser mejor que nadie, sino intentar ponerse a su lado, para intercambiar experiencias, conocimientos, ideas o vivencias. Se trata de escalar sin descanso, para tener la satisfacción de superarse a sí mismo, y ver que cada día estamos, aunque sea un poquitín, más cerca de la cima. No superando a los otros, sino de la mano con ellos. Sabiendo que, como el Arco Iris, es inalcanzable totalmente, pero muy estimulante el esfuerzo. Sin parar y, ¡Siempre adelante!
Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid, junio de 2016