PERSONAJES
Semblanzas revelando el yo interior de
personas relacionadas con ACOA
Reseñas firmadas por
Enrique Gutiérrez y Simón
publicadas en el
Boletín de ACOA
Este folleto, es una
recopilación de artículos publicados en el Boletín de ACOA como un inserto
en su Libro Memoria de los 25 años del Grupo
Escritos por:
Enrique Gutiérrez y Simón
Impreso en el Centro La Salle en enero de 2018
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Hermano Alberto
Dicen los ingleses que: Hablar de enfermedades es de mala educación.
Y parece que el Hno. Alberto ha aprendido eso desde niño, porque no hay manera
de que, cuando le saludamos y le preguntamos ¿Cómo está?, conteste otra cosa
que: - ¡Muy bien!…
Pero todos en ACOA sabemos que no está bien. Entre otras
cosas, porque ninguno estamos: ¡Muy bien!, ya que el que más y el que menos,
tenemos ya unos cuantos calendarios. Normalmente, cuando hay que hacer algo de
esfuerzo físico, como mover mesas, traer bebidas y demás, cada uno de nosotros
aducimos una u otra dolencia, para escurrir el bulto, pero el Hno. Alberto,
siempre está ahí. Colaborando en todo lo que se le pide y hasta lo que no se le
pide. Basta que él vea a alguien llevando cualquier cosa de un lado para otro,
para que inmediatamente se acerque a ayudar, sin decir nada. Como si estuviera
ahí, esperando a ver quién lo necesita.
Algunos socios de ACOA, cuando se les habla de él, no lo
conocen por el nombre, así que la forma de identificarlo es muy fácil: ¿Viste
ayer a ese hermano que arreglaba un cable eléctrico subido en una escalera? ¿O,
el que estaba atornillando una bisagra suelta en una puerta? ¿O, el que estaba
podando y arreglando el jardín? ¿O, el que llevaba sillas de a dos, de un aula
para otro? Pues ese es el Hno. Alberto.
En general, los HH. De La Salle, parece que hubieran
aprendido muy bien aquella frase de: “El que no vive para servir, no sirve para
vivir” Y aunque todos son colaboradores y desprendidos, el Hno. Alberto es un
caso excepcional, entre los excepcionales. Esperemos que Dios lo conserve entre
nosotros por muchos, muchos años…
Septiembre de 2014
Hno. Pascual Maymí
En ACOA, gozamos de la colaboración de una serie de personajes que,
ni siquiera son socios del Grupo, pero que colaboran con él en forma
fundamental.
Hoy, nos referiremos al Hno.
Pascual Maymí, que participa en nuestras actividades en forma eficacísima
desde su fundación, dedicándonos muchas horas de su vida en forma
desinteresada, que ha de sustraer a sus muchas otras obligaciones.
Desde que residía en el Centro La Salle, ha dirigido con lujo
de eficacia el Vídeo Fórum, presentando películas cuidadosamente escogidas,
pero siempre promoviendo el análisis y discusión de los problemas sociales que
se plantean, no siempre razonablemente comprendidos por los asistentes, que
muchas veces rechazan que se les ponga delante la realidad pura y dura de la
vida.
Nos ha regalado su saber en varios Talleres como: Francés,
Inglés y el estudio de La Biblia, pero muy especialmente el que denominamos
Cristianismo, que actualmente está centrado en diversas personas que, a lo
largo de la historia, han dado testimonio de su fe cristiana. Algunos,
arriesgando, y perdiendo su fortuna, posición social o política y hasta la
vida.
Pero antes, sólo tenía que salir de su habitación y llegar al
aula correspondiente en el mismo edificio, Mientras que ahora, ha de viajar una
hora en transporte público desde donde reside, hasta el Centro La Salle, y otra
hora para volver. Cosa que hace con la misma dedicación y puntualidad de
siempre, varias veces a la semana.
El que un Hno. de La Salle, dedique horas a investigar y
escribir los textos para una clase, para repartir los temas impresos a los
alumnos y luego hacer una docta exposición, parecería una obviedad, en una
Comunidad que, centran toda su vida en la enseñanza desde su fundador, pero se
puede afirmar que el Hno. Pascual y el cuidado y minuciosidad con que prepara
cada texto de cada clase, no tienen nada de obvio y que no es “normal”, esa
dedicación y esfuerzo, si no se vive con verdadera pasión lo que se está
haciendo.
Ya quisieran… (quisiéramos), muchos que posamos de profesores
de una y otra cosa, sentir, gozar de esa dedicación y entusiasmo, con la que
este hombre excepcional vive su vida.
Sólo se me ocurre una explicación, que podría resumirse con
los versos finales del soneto de Lope: “Esto es amor, quien lo probó lo sabe”…
Octubre de 2014
Alicia en el país de las maravillas
¿Qué sería de ACOA si dependiéramos sólo del trabajo de
nuestros socios, y no hubiéramos dispuesto desde el principio de la
colaboración de los HH. de La Salle, en cuanto a locaciones, consejos y ayuda
de todo tipo?
Curiosamente, tenemos la suerte de disponer del trabajo de
una serie de personas que, ni siquiera son socios del Grupo, pero que colaboran
en forma eficientísima e imprescindible, para que este pueda funcionar.
Nos referimos hoy, a las abnegadas mujeres de la recepción
del edificio que usamos como sede, por la generosa cesión de la Comunidad de La
Salle, y concretamente a Blanca, Gloria y muy especialmente a Alicia.
Todas ellas, atienden a los asuntos de ACOA, además de su
trabajo principal, a veces agobiante de la recepción, pero Alicia, por
cuestiones de horario puede dedicarle más tiempo al Grupo. Y puede afirmarse
sin duda, que lo hace con una dedicación y eficiencia absolutamente admirables.
Es fundamental su trabajo, en cuanto a la distribución de las
aulas que estén disponibles para cada actividad en cada momento, pero también
en los cobros y control de inscripciones para los viajes, talleres y cuanta
cosa se nos ocurre a los miembros de la Junta, que siempre van a parar a sus
hombros.
A veces, se enferma, como nos ocurre a todos, pero en el caso
de Alicia, se vuelve un verdadero drama, porque todos los socios andamos por el
edificio sin saber para dónde ir, como pollos sin cabeza. Lo que nos hace ver
su regreso, como el niño que sale asustado del colegio, hasta que ve a su mamá.
Pero además de esas actividades que podríamos llamar
“normales”, Alicia colabora en muchas otras cosas, por propia iniciativa.
Llegando incluso a corregir gazapos o metidas de pata en el Boletín o en
cualquier otra cosa que haya de ser distribuida, y poniendo su voluntad y
conocimientos informáticos, para corregir el entuerto, antes de que llegue a
publicarse el borrón.
En este trimestre, llegó a hacer nuevas las listas de los
talleres y los recibos, en forma más adecuada a lo que veníamos haciendo,
“porque en el verano tuvo tiempo libre”, según dijo después. Cosa que, ni se
nos habría ocurrido pedirle. Pero ese es su espíritu de colaboración y su
disposición a ser útil en todo momento y lugar.
“Más allá de su deber”, les dicen a los soldados héroes de
guerra, y así es nuestra Alicia, en el país de las maravillas, porque hace todo
con una sonrisa y una actitud de felicidad contagiosa que, nos hace sentir como
si el ambiente que la rodea estuviera impregnado de alegría y una luminosidad
especial…
Noviembre de 2014
Hno. Joaquín Gasca. Coordinador de ACOA
Traemos hoy a estas páginas, a otro personaje que no es,
estrictamente hablando, socio de ACOA, sino que es el Hno. que la Institución
de La Salle ha designado para coordinar las funciones que nuestro Grupo
desarrolla dentro de la gran Comunidad de La Salle y concretamente dentro del
edificio, que “ocupamos” hace ya 22 años.
A mi mente vienen los nombres de los anteriores coordinadores,
algunos ya tristemente fallecidos y otros trasladados a diversos destinos. De
todos guardo un grato recuerdo y gratitud por lo mucho que aprendí de ellos.
Pero siempre, cumplían su función de coordinación además de las importantes
labores que su Comunidad les tenía asignadas. Y nosotros, teníamos que
consultar para otras cosas, con el Hno. que se encargaba de la organización del
edificio, mientras que otro Hno. se encargaba del coro, etc.
Las circunstancias de la vida, han hecho que en el caso del
Hno. Joaquín, todas estas labores descansen hoy sobre sus hombros. Así que se
las ve y se las desea, para atender a los compromisos con los grupos externos
que ocupan temporalmente los salones, las habitaciones, el comedor y demás
lugares, mientras ha de atender a las Juntas Directivas y oír todos los días,
las ocurrencias, caprichos y quejas de esos “ocupas” de ACOA que llevan ya 22
años deambulando por su sede. Luego, dirigir el coro y sus ensayos, atender a
los grupos de Reflexión, los Momentos de Oración… Y las continuas quejas de que
tal o cual equipo electrónico no funciona, porque algún “genio” de los que
asistieron a alguna actividad, quiso enmendarle la plana a Edison…
Y lo más curioso es, que el Hno. Joaquín es aragonés. Tierra
a la que admiro sobremanera, por su historia y su folclore, pero de la que
siempre se espera que sus habitantes sean muy francos y hasta toscos, según el
cliché y los tópicos que conocemos desde fuera, pero que confirman geniales
personajes como Francisco de Goya, Luis Buñuel o Carlos Saura, para no
extendernos mucho, aunque parece que el Hno. Joaquín sea la excepción, porque
su trato es suave, amable y cordial, no sé si por naturaleza, o por los muchos
lugares vividos o la mucha experiencia de la vida que le ha tocado afrontar…
Aunque, cuando cuenta alguna vivencia de su pasado, a veces dura y nada
agradable, siempre la envuelve en un tono positivo y con una franca y alegre
sonrisa.
Probablemente, este año que empieza será el último para
muchos de nosotros. Esperemos que ese Dios que todos suponemos que está allá
arriba, nos lo conserve por muchos años y que nos sobreviva a todos, por el
bien del Grupo.
Enero de 2015
Carmiña, la Grande
Carmiña, es un diminutivo cariñoso en Galicia, la tierra de los ancestros de nuestro personaje de hoy. Pero en este caso, le viene muy adecuado, por su pequeño tamaño físico, aunque no se adecúe en absoluto, a su tamaño intelectual o moral, que es grande entre los grandes.
Para los que conocemos un poco a nuestra Carmiña, se me ocurre otro calificativo que quizá otros no ven, y sería el de “aguantadora”, ya que, en ese pequeño cuerpo, se aloja un carácter recio, que a veces la impulsaría a saltar al cuello de su interlocutor, si no fuera porque su tolerancia natural o su educación, la hacen contenerse y pasar carros y carretas en nuestro grupo.
A lo largo de los muchos años que lleva de socia, trabajando intensa y gratuitamente con nosotros, ha desempeñado diversos puestos de responsabilidad, pero además siempre colabora en las actividades de otras áreas, con diligencia y eficacia. De manera que los otros, vamos descargando sobre sus hombros más y más responsabilidades, en el convencimiento de que, Carmiña siempre está ahí, dispuesta y silenciosa, para realizar lo que el Grupo le pida.
Ahora, tiene a su cargo la Tesorería del Grupo, pero desde siempre se ha desenvuelto en la función del Ropero Solidario y en la confección de películas sobre los viajes y demás actividades, que suelen venderse, pero siempre para recaudar dinero con fines benéficos. Así, cada vez que se va a hacer una fiesta, se propone hacer alguna peliculita de nuestras vivencias, recopilación de fotos del grupo, etc. Si se va a presentar una película o vídeo musical, hay que poner en marcha los equipos de proyección, y… ¿Quién va a hacerlo? ¡Carmiña! Porque parece que el resto de socios, salvo muy escasas y especiales excepciones, está para venir en las fechas programadas, ¡A ver qué les dan!
Y, como parece que los otros pensaran que está muy desocupada, se ha encargado de la Dirección y confección del Boletín mensual, que realiza con lujo de eficiencia y habilidad profesional, mejorándolo día a día.
Con todo esto, sólo nos falta terminar con la frase consagrada antiguamente en las instancias que se “echaban” a los gerifaltes: “Que Dios la guarde muchos años”…
Febrero de 2015
Moisés y la modestia
Siempre me llamó la atención la humildad auténtica con que Moisés andaba por la vida, porque cuanto más lo conocía, más admiraba sus conocimientos sobre muchos temas, pero que casi había que sacárselos con tenazas, por su reticencia a posar de sabio, que tan bien se nos da a muchos otros…
A lo largo de los años que ya tiene nuestro Grupo, hemos tenido que asistir a muchos funerales, pero para el suscrito, ninguno como el de este hombre bueno, lleno de sabiduría y experiencia humana, modesto hasta la exageración.
Era una delicia, pasear con Moisés por un campo cualquiera y disfrutar, de sus conocimientos botánicos, indicándole a este ignorante total: Esto es tomillo, cogiendo unas ramitas y mostrando su refrescante olor. Esto es una encina, este otro un roble, etc. Para no hablar de setas, hongos y demás especies, absolutamente misteriosas para mí, pero de las que era un gran conocedor y verdadero apasionado.
He tenido el placer de hablar con él de aquella España de la posguerra, sobre la que tantas tonterías se han escrito y que al fin es tan desconocida. Y todos hemos disfrutado con aquellas presentaciones musicales que hacía, con su gran colección de música y cantantes, que iba poniendo con habilidad y paciencia en el reproductor de casetes y CD, mientras nos ilustraba sobre sus cualidades y vida artística.
Pero siendo el suscrito un pomposo graduado en Artes Gráficas, me ha dejado muchas veces admirado, por su conocimiento sobre papeles, cartulinas, estucados, repujados y la inmensa variedad de artículos similares, además de sus profundos conocimientos de las técnicas de impresión y reproducción gráfica, que no todo el mundo está en posibilidad de apreciar en su justa medida.
Es una tontería, pensar en lo que pudo ser y no fue. Y siempre quedará la duda de qué habría sido la relación con esta o aquella persona, en diferentes tiempos o circunstancias… Como suele decirse: Nadie sabe lo de nadie y si Moisés se sentía enfermo, probablemente habrá hecho bien en actuar como actuó, pero el hecho es, que renunció a seguir siendo Presidente de ACOA cuando lo era, y en un momento dado, también renunció a seguir en la Junta Directiva y con las otras actividades que realizaba… Desde fuera, a mí me parecía que estaba todavía en capacidad de hacer mucho más por nosotros, pero… Seguro que si actuó como actuó, tendría sus razones, pero se nos hizo muy breve el tiempo en que estuvo con nosotros, aunque en la realidad hayan sido muchos años…
En todo caso, para las dos Marías Teresas que dejó atrás y para mí, ha sido una pérdida incomparable, que dudo mucho que nadie más la haya sentido con esa intensidad…
Y como solemos consolarnos, con la idea de que todas las personas queridas están en el cielo, sólo nos queda la esperanza de que sea verdad y que nos esté mirando con el mismo cariño con que conservamos su recuerdo…
Marzo de 2015
Cayetano y la integridad
Lo curioso con este personaje es, que tuve con él un trato muy
circunstancial, a lo largo de los años, tanto en sus cargos de Vicepresidente,
como de Tesorero de ACOA, quizá porque no coincidían mucho con mis actividades,
o porque, aunque a mí me caía muy bien, quizá yo no a él, lo que no tendría
nada de raro. Pero en nuestras esporádicas conversaciones, admiraba en él, su
sentido del orden y la integridad, que expresaba con contundencia, en los
asuntos del Grupo, que ambos tratábamos.
Siempre pensé que era
un hombre lleno de valores, de los que tanto faltan, en toda nuestra sociedad,
y me admiraban sus afirmaciones categóricas, sobre cualquier asunto que se
tratara, porque, aunque me parecía que se pasaba, en la forma de ver algunas
cosas, también pensaba que tenía razón en el contenido. Expresado con
contundencia y pasión, pero al fin, íntegro absoluto hasta el fin.
Me recordaba un poco al “Hombre Unidimensional” que describió
Marcuse en su libro del mismo título, hace como 50 años. Con una mente
cuadriculada, donde todas las cosas tenían su sitio, y cada una estaba en el
que le correspondía.
Y de pronto… me enteré de que había renunciado a todos sus
cargos y responsabilidades en el Grupo, porque (Según me cuentan otros), quería
dedicarse a viajar con su mujer, Guadalupe.
Los veía a los dos en la calle esporádicamente y nos
saludábamos al pasar, pero inopinadamente, me dijeron que tenía un cáncer desde
hacía tiempo y que había fallecido…
Lo he sentido de verdad, porque creo que era una de esas
personas de las que estamos faltos en todos los ámbitos, y como no sé expresar
lo adecuado a estas cosas, sufrí su ausencia en silencio.
Sólo espero y deseo que, Guadalupe encuentre en el trato con
el Grupo, algo de consuelo a la irremplazable compañía de Cayetano que, como
suele decirse, debe ser como si hubiera muerto la mitad de la compañera que
queda.
Así que, sea esta nota como una expresión de Bienvenida a
Guadalupe, para que sienta el amor fraternal que palíe, siquiera en una mínima
parte su pérdida.
Abril de 2015
Hno. Jesús Eguskiza. El Ordenador
Todos sabemos que, la frase característica del Hno. Jesús era:
¡Siempre adelante! Pero me he inventado este otro sobrenombre, porque le viene
bien en dos significados: Tenía un cerebro más parecido a un ordenador
electrónico, por su velocidad mental en todos los aspectos, y muy especialmente
por su asombrosa habilidad para los cálculos numéricos.
Por otra parte, era un verdadero ordenador o gestor, por su
altísima preparación y su carácter ejecutivo, en el que la manida frase de “No
dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, en él sonaba como lenta o cansina.
Se le adecuaba más una frase que dijera: No dejes para luego, lo que puedas
hacer ¡Ya!
Mi relación personal con todos los Hermanos de La Salle que
he conocido, se ha caracterizado siempre por una especie de asombro, por el
trato cordial y cariñoso que he recibido de todos ellos y que no creo haber
hecho nada por merecer, pero en el caso concreto del Hno. Jesús, era de un
entendimiento total, de unas conversaciones concisas y concretas, en los
asuntos que tratábamos. Sobre todo en mis tiempos de organizar los viajes. En
las que prácticamente las palabras se reducían a lo mínimo. Porque era tal la
simbiosis que, con un simple gesto, (que él siempre acompañaba de una sonrisa)
cada uno entendía lo que el otro quería decir.
Siempre me quedará la tristeza, de no haber podido realizar
el viaje que pensé hacer, para visitarlo en La Estrella el año pasado. Y espero
que, si como todos pensamos, ahora está en el Cielo, no esté creando demasiado
revuelo. Porque indudablemente, cualquier lugar en que se halle, no será lo
mismo, desde antes y después de su llegada.
Mayo de 2015
Conchita Lozoya. Presidente de ACOA
Hace ya muchos años que, elegimos a Conchita como presidenta, y
aparte de sus geniales representaciones teatrales en las fiestas de fin de
curso, se la notaba poco, por la absorbente actividad de Aurelio, su marido y
secretario de ACOA, prematuramente fallecido, cuando tanto le quedaba por
hacer.
Mientras tanto, Conchita se limitaba a su papel, como de
“mujer florero”, para lo que tenía sobradas cualidades, por su belleza y
juventud, además de una contagiosa sonrisa y don de gentes. Extrovertida y
jovial, ponía siempre un toque de alegría y optimismo en todas sus apariciones.
Ahora, ha de llevar el dolor de la ausencia y el cuidado de
la familia, con una presidencia efectiva, que hasta el momento no había
ejercido… Esto, pone a prueba su fortaleza y espíritu de lucha, que se agrava
aún más, con las permanentes ausencias en la Junta Directiva y demás miembros
del Grupo, que vamos envejeciendo y desapareciendo inexorablemente.
Los más jóvenes, como ella, se enfrentan ahora a la natural
evolución de todas las cosas, que tienen su trayectoria y su previsible final.
Con la titánica tarea de que esa evolución sea favorable, con nuevos miembros,
en la Junta y en el Grupo, y que el final de este, sea muy lejano en el tiempo.
Los más mayorcitos, desapareceremos, pero mantenemos la
esperanza de que esa evolución, con el trabajo de Conchita y los otros miembros
que se mantienen activos, se prolonguen muchos años más, después de nuestra
desaparición. Así que, sólo nos queda el deseo de que la labor de los que nos
sucederán, capitaneados por esta inigualable mujer, y con la generosa ayuda,
que siempre hemos disfrutado, por parte de los HH. de La Salle, se prolonguen por
muchos años, y que la trayectoria del Grupo esté plagada de éxitos, para
disfrute de todos los socios y cuantos lo conozcan.
Tenemos, como todo lo que está vivo, la tendencia a
adormecernos y mantenernos en nuestra “zona de confort”, con el miedo natural a
todo lo nuevo y a los correspondientes cambios. Por eso se hace más
imprescindible que nunca, el aporte de “sangre nueva”. ¡Ojalá! Con nuevos
socios, que aporten nuevas ideas y empujen hacia un futuro, siempre incierto,
pero al mismo tiempo fascinante, donde es indudable que, Conchita estará a la
altura y al frente del Grupo, como los antiguos capitanes, iban a la batalla
siempre delante de su ejército, con su estandarte bien alto, para que todos
pudieran ver dónde estaba el comandante… ¡Que así sea, por muchos, muchos años!
Noviembre de 2015