martes, 15 de julio de 2008

Efectos de la leche


Os envío este anexo que me acaba de llegar, por simple curiosidad, pero la verdad es, que yo no creo en esas curas milagrosas, como hacer desaparecer un cáncer ¡EN UNAS SEMANAS!, sea cual sea el tratamiento que nos propone un supuesto "científico".

Yo, más bien creo que la humanidad, administra su ignorancia dando tumbos, a tontas y a locas, y en cada época y región del mundo, hay unas creencias "científicas" que son más o menos como la religiosas, a legir según los gustos de cada cual…

De mi experiencia personal, tengo algunos datos que no pueden ser menos que sorprendentes, por no decir ridículos o irresponsables: Cuando era un mozalbete y vivía en España, tenía algunos amigos que tenían úlcera de estómago y todos me decían que su médico les había prescrito tomar mucha leche, pescado blanco, como la merluza, hervido y con un poco de aceite de oliva crudo. El pescado azul, como las sardinas, NI PROBARLO…

Estuve viviendo veintitantos años fuera de España, y al regresar, me encuentro con personas que tienen úlcera y al preguntarles por su régimen alimenticio, me contestan que les han prescrito: ¡Comer mucho pescado azul, y la leche ni probarla!...

Y yo me pregunto: ¿Cuánta gente habrán matado antes con un tratamiento equivocado, o cuanta gente estárán matando ahora?. Porque está claro que no saben lo que dicen o hacen… Ya que, una cosa y su contraria, no pueden ser verdad al mismo tiempo…

Por otro lado, estas milagrosas pruebas "científicas" y sus resultados, me recuerdan aquel ejercicio de lógica de un "profesor" que decía:

Si pones una cucaracha sobre una mesa y das un grito, al mismo tiempo que golpeas la mesa, la cucaracha saldrá corriendo.

Si le arrancas las patas, y la pones sobre la mesa y haces lo mismo que antes, la cucaracha no se mueve.

Conclusión: Si a una cucaracha le arrancas las patas: ¡SE VUELVE SORDA!...

lunes, 7 de julio de 2008

El buenismo llevado al extremo


Está de moda ser bueno: Los inmigrantes legales o ilegales son lo mismo, los terroristas son guerrilleros y hay que preguntarles, qué quieren para dejar de asesinar, y ya, llevados al extremo: Todas la ideas son legítimas…

Os adjunto un artículo de Arturo Pérez Reverte, que nos cuenta la historia de una chica buena, que creía que con su bondad, nada le pasaría… Como decía Ingrid Betancourt, cuando le advirtieron que no fuera por la zona de los narco terroristas…

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Vístete de novia y no corras

Por: Arturo Pérez-Reverte

Me van a volver diabético, entre tanto gilipollas. Nunca hubo tal cantidad de soplacirios en la política, el sindicalis­mo, la cultura, el feminismo, la sociedad. Empieza a alterarme la salud tanto buen rollo y buenas intenciones, tanta mer­melada a todas horas, tanta propuesta de besarnos masivamente en la boca para que las cosas vayan bien, tanta certeza de que con demagogia y corderitos de Norit triscando saltarines por el prado con­seguiremos una España, un mundo, un universo mejor y más justo. Eso está bien para los jóvenes, cuya obligación antro­pológica, por edad y hormonas, es batirse en defensa de todo eso y de algunas cosas más. En tales lides se desbrava uno, y con el derroche de energía, si sobrevi­ves a ello, y con la estiba que la realidad sacude en el morro, al final terminas madurando, camino de la serenidad, la experiencia y el razonable respeto a ti mismo, a lo que fuiste, eres y acabarás siendo. Ni más ni menos que la vida, en suma. El trámite obligatorio.

Por eso me hace echar la pota el com­portamiento y discurso de tanto simple, de tanto cantamañanas y de tanto golfo apandador entrado ya en experiencia y años. Toparte en cada telediario, en cada programa de radio, en cada titular de pren­sa, con simplezas propias de colegas de bachillerato dichas por pavos con canas en la barba, o por tordas con edad de ser abuelas, lleva a la inevitable conclusión de que, o estamos rodeados de retrasados mentales, o se trata de que los resortes sociales han sido secuestrados por una legión de embusteros y sinvergüenzas.

Aunque también puede ocurrir que todo sea lo mismo: con frecuencia, un tonto al que nadie pone límites termina con­virtiéndose, por puro hábito del ejercicio, en resabiado y contumaz sinvergüenza. Y más cuando, como ocurre ahora con triste frecuencia —antes sólo ocurría con la política—, es posible hacer de cualquier ideología un rentable medio de vida.

No se trata sólo de España, claro. Lo nuestro es simple contagio. El mundo —el occidental, al menos— apunta por ahí: cantamañanismo como espíritu universal. Eso, con la que está cayendo; aunque tal vez la que está cayendo —y la que va a caer— provenga precisamente de que, cada vez más, los resortes que mueven la vida y la sociedad están en poder de perfectos tontos del haba en el sentido parmenidiano —me parece que era ése— del asunto: redondos, compactos y sin poros. Hasta no hace mucho, teníamos el consuelo de saber que, en el fondo, nadie se creía de verdad lo que circulaba como moda o tendencia; más o menos lo que pasa en Italia con la política. El problema es que ahora ya no es así. Ahora, la gente empie­za a creérselo todo en serio. Y a actuar en consecuencia. En la sociedad actual, la línea más corta entre dos puntos es la estupidez. Y la dictadura que, a la larga, nos impone.

Hay un símbolo reciente de todo eso. Pensaba en ello hace un momento, cuando empecé a teclear estas líneas: Pippa Bacca, la artista italiana de treinta y tres años que hace dos meses decidió viajar, vestida de novia y haciendo autostop, por algunos de los lugares más peligrosos del planeta, en nombre de la paz, para demostrar, decía, que «cuando uno con/Ja en los demás recibe sólo cosas buenas». Lo del traje nupcial, ojo al dato, era «metáfora de un matrimonio con la tierra y con la paz, del blanco y del feme­nino»; y lo del autostop, «ponerse en manos cíe oíros viajeros y fiarse de la gente». Con tales antecedentes, a lo mejor a alguien le sorprende que, a poco de empezar el viaje, Pippa Bacca fuese violada y estrangulada en la frontera entre Turquía y Siria por un fulano con antecedentes penales. A otros, que somos unos cabrones suspi­caces y mal pensados, no nos sorprende en absoluto. A los sitios peligrosos se los llama así precisamente porque hay peligro. Y el principal peligro se llama ser huma­no, sobre todo cuando nos empeñamos en creer que los valores que predicamos en nuestras confortables salitas de estar, discursos políticos y tertulias de la radio y la tele, son los mismos que manejan un talibán cabreado con un Kalashnikov, un africano hambriento con un machete, o cualquier hijo de puta con pocos escrú­pulos y ganas de picarle el billete a una señora. Por ejemplo.

Dice el recorte de prensa que tengo sobre la mesa que a esa pobre chica la mató un turco desaprensivo. Pero, en mi opinión, el recorte se columpia. La mató la estupidez. La suya y la de la sociedad occi­dental, cada vez más idiota y suicida, que la convenció de que el mundo, en el fondo, es un lugar simpático que sólo necesita un traje de novia para convertirse en el bosquecito de Bambi. •

www.xlsemanal.com/perezreverte XLSEMANAL 8 DE JUNIO DE 2008

domingo, 6 de julio de 2008

Ingrid y Uribe, en la prensa española


Os adjunto la "Tercera" del periódico ABC de Madrid, firmada por Ramón Pérez Maura, el viernes pasado y una de las editoriales del mismo periódico y día.

Es reconfortante comprobar que, Colombia no queda tan lejos ni es tan desconocida, para los intelectuales españoles…


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· Histórico Opinión (viernes 4 de julio de 2008)

Luis Aragonés, modelo para Álvaro Uribe

POR RAMÓN PÉREZ-MAURA

Era un sábado de diciembre de 2001. El templado sol del atardecer abrazaba a cuatro hombres sentados con los pies en el agua en Isla Tesoro, el refugio de los presidentes colombianos en las Islas del Rosario. Andrés Pastrana dialogaba con su mano derecha, Camilo Gómez, a la sazón el Alto Comisionado de Paz y el hombre que más horas se ha pasado intentando negociar con Tirofijo y sus lugartenientes, y con el senador Juan Gabriel Uribe, un conservador leal entre los leales del presidente Pastrana. Testigo inmerecido, el abajo firmante. El proceso de paz estaba ya en un callejón sin salida y los tres personajes con voz autorizada discutían alternativas y -con mucho escepticismo- formas de hacer ver a las FARC que estaban perdiendo su última oportunidad. Era inútil. Trece meses antes, en esa misma isla, Pastrana había declarado a ABC algo que tuvo repercusión en su país: «Llegué con un mandato de paz. El peligro [para las FARC] es que mi sucesor llegue con un mandato de guerra» (ABC 16-11-2000). Todo apuntaba en esa dirección y el periodista interrumpió a los tres políticos preguntando si después de todas las humillaciones a las que las FARC habían sometido al Ejército colombiano había posibilidades reales de plantear batalla de nuevo. La respuesta -casi unánime- fue: lo más importante de este proceso de paz es cómo hemos reforzado y pertrechado al Ejército colombiano. El pasado miércoles, en el Guaviare, se dio la prueba incontestable de que las FARC podrán seguir matando, pero ya no son un opositor invencible. Que las selvas podrán seguir valiendo como escondite y dificultando enormemente la confrontación directa, pero que la inteligencia militar colombiana ha logrado penetrar su secretariado hasta el punto de infligir la más humillante derrota que imaginar se pudiese. El presidente Uribe ha logrado pasar una página dolorosa con toda la gloria.

Los acontecimientos de las últimas horas en Colombia no sólo son un éxito sin parangón para el presidente Uribe y la legitimidad republicana; son en igual o mayor medida una descalificación de ciertas políticas llevadas adelante en la propia Colombia, Venezuela o Francia. Actores como la senadora colombiana Piedad Córdoba, constantemente disfrazada con los atuendos que ella atribuye a los indígenas, y voz incansable en la defensa de la negociación con los terroristas para hacer concesiones a cambio de la libertad de los secuestrados. O como su conmilitón el presidente Hugo Chávez de Venezuela, necesitado de rellenar su currículo con actos de paz (¿hay paz cuando se cede ante un terrorista?). O como el presidente Nicolas Sarkozy, siempre ansioso de ocupar los medios de comunicación. Todos ellos fueron desautorizados el miércoles por el Ejército de Colombia en una operación de sus servicios de inteligencia de tal perfección que, como dijo una emocionada Íngrid Bentacourt en las pistas de la base aérea de Catam en Bogotá, «evoca las mejores operaciones del Mosad israelí».

Íngrid Betancourt fue secuestrada en febrero de 2002. Era una candidata presidencial sin ninguna posibilidad. Los sondeos le daban menos de un uno por ciento de intención de voto. Su audacia proverbial le llevó a penetrar en la recién suspendida zona de despeje que el Gobierno de Pastrana había concedido a las FARC desde enero de 1999 con voluntad de adelantar un diálogo. Oficiales del Ejército que la liberó hace dos días intentaron convencerla de que no podía avanzar por una carretera en manos de la guerrilla. A nadie escuchó. Aquel viaje se ha prolongado por seis años y cinco meses. Desde su cautiverio hizo repetidos llamamientos para que el Gobierno de Uribe rebajara su firmeza y buscase salidas negociadas con los terroristas. En una buena muestra de su instinto político, con las televisiones de medio mundo enfocando, Betancourt se cuidó mucho de hacer el más mínimo reproche a la política de Uribe el miércoles. Los legítimos llamamientos de su familia en defensa de una Betancourt dizque moribunda contrastaron felizmente con un rostro alegre, una mirada limpia y una imagen físicamente saludable que habrá de afrontar ahora una convulsión psiquiátrica latente para librar su alma de daños casi imborrables.

Uno de los mayores retos que afronta todo secuestrado es rehacer su vida familiar. Recuperar la vida conyugal es tan difícil para el secuestrado como para su cónyuge. El actual vicepresidente colombiano, Francisco Santos -víctima también de secuestro- y su mujer María Victoria, han dado amplio testimonio de ese drama. Y el actual canciller colombiano, Fernando Araujo Perdomo, que también estuvo secuestrado por las FARC seis años hasta que logró escapar, se encontró al llegar a casa que su mujer se había ido con otro entre tanto. Y yo he oído a Araujo mostrar comprensión hacia lo que hizo su mujer.

Propaganda; todo en las FARC es un acto de propaganda. Y los últimos golpes han sido todos un fracaso. El 5 de enero de 2007, el ya mentado Fernando Araujo, ex ministro de Desarrollo del Gobierno de Pastrana, escapaba de la guerrilla tras seis años cautivo. Dos meses después el presidente Uribe lo hacía su canciller en un golpe de imagen de gran éxito. El pasado 1 de marzo se conocía la muerte del número dos de las FARC, Raúl Reyes, que estaba cómodamente instalado en territorio ecuatoriano. De su campamento el Ejército colombiano se llevó su ordenador personal del que no dejan de salir informaciones tan valiosas que Hugo Chávez se ha apresurado a pedir a las FARC, tras años jaleándolas, que abandonen las armas. Cuando uno ve venir un tren, es prudente intentar abandonar la vía del ferrocarril. Y, al fin, el 12 de mayo moría Tirofijo, el jefe de los terroristas de las FARC. Todavía no sabemos con certeza en qué circunstancias. Sus hombres dicen que entre los cálidos brazos de su amante. Las autoridades colombianas sospechan que durante un bombardeo. Nunca lo sabremos. Todos los frentes de las FARC cuentan con pelotones dedicados a hacer desaparecer -incinerándolos, lanzándolos a los cocodrilos... como sea- todos los cadáveres de sus camaradas. Un guerrillero muerto es causa de desmoralización entre sus compañeros de armas.

El presidente Uribe disfruta, con todo merecimiento, de su hora de mayor gloria. La víspera de la liberación de Betancourt, once soldados y policías y tres mercenarios norteamericanos -devueltos a su país sin posar ante las cámaras- recibía la visita del senador McCain en Cartagena de Indias. El candidato republicano sabe quién es un aliado fiable. El peligro es que el éxito termine de desbordar a Uribe. Ya una vez ha modificado la Constitución colombiana de 1991 en beneficio propio para poder ser reelegido. Su popularidad, antes de esta operación, le daba un respaldo superior al ochenta por ciento. Las voces que proponen una nueva reforma de la Constitución para que se «candidate» una tercera vez pronto serán clamor. Un periodista de Radio Cadena Nacional de Colombia decía el miércoles por la noche en Punto Radio que su país vivía este momento con una euforia sólo comparable a la victoria de España en la Eurocopa. Aconsejen al presidente mantener el símil. Aprenda de Luis Aragonés y retírese en el momento de máxima gloria o corra el riesgo de convertirse en el alter ego de Hugo Chávez -encorbatado.

Las imágenes del miércoles en la base aérea de Catam en Bogotá eran sorprendentes para un español que tiene en la memoria algunos de nuestros secuestrados liberados por las Fuerzas de Seguridad. El Himno Nacional sonando sin pausa: «¡Oh gloria inmarcesible! / ¡Oh júbilo inmortal! / ¡En surcos de dolores / el bien germina ya!». El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos y sus generales haciendo arenga patriótica. Los soldados y policías reivindicando su condición tras una década de cautiverio en el caso de varios de ellos. Un sacerdote -de alba y estola- junto a los liberados e Íngrid Betancourt y su madre postrándose de rodillas en la pista y dando gracias a Dios. Qué orgullo ser colombiano...

RAMÓN PÉREZ-MAURA

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· Histórico Opinión (viernes 4 de julio de 2008)

La libertad recobrada de Ingrid

LA liberación de Ingrid Betancourt ha llenado de alegría a todo el mundo. Su rostro casi vacío de vida en aquellas ignominiosas imágenes de la selva había hecho temer lo peor, lo que extendió el clamor universal por su libertad. Hoy -de nuevo junto a su familia, después de más de seis años de injusto cautiverio- la opinión pública se siente aliviada y reconfortada. Ella ha sido la primera en reconocer, a través de un testimonio conmovedor, su admiración por la tarea del Ejército colombiano, que ha realizado una brillantísima operación de rescate que refleja por si misma la profesionalidad de sus integrantes. El presidente colombiano Álvaro Uribe ha logrado el mayor éxito de todos sus años en el poder. Además de la alegría derivada de la liberación de la ex candidata presidencial, un grupo de militares colombianos y otro de ciudadanos norteamericanos, no es menos importante la certeza de que la narco-guerrilla de las FARC está atravesando unas dificultades que presagian su inminente colapso: descabezada tras la muerte de Tirofijo, penetrada por los servicios de seguridad colombianos, diezmada por las deserciones y con lo que queda de su cúpula temiendo que cualquiera de sus hombres les traicione, ahora que se vislumbra el final del trayecto de los terroristas.

Álvaro Uribe ha sabido mantener la posición correcta en la guerra que le han obligado a mantener los narco-terroristas: intransigencia absoluta en cuanto a los fines políticos que estos pretenden, pero dejando siempre caminos para que puedan optar por salidas personales, como ya se ha visto anteriormente. Las exhortaciones a la paz y a la liberación de los cientos de rehenes que los guerrilleros todavía tienen en su poder son la mejor baza política para un estadista. Uribe no es perfecto, ni puede pretender que esta operación sirva para borrar todas las dudas sobre su pasado, ni las sospechas sobre sus intenciones, pero este es el mejor argumento que puede presentar frente a sus adversarios políticos en Bogotá. Uribe ha demostrado que la firmeza frente al terrorismo es siempre la única respuesta razonable para una democracia. Como les ha dicho a los guerrilleros que aún siguen en la selva al recibir a Ingrid Betancourt liberada, la «seguridad democrática» es «el único camino hacia la paz».

Qué diferencia con las liberaciones apalabradas por Hugo Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdoba, que hace las veces de representante civil de los guerrilleros. Estos llegaron a retransmitir en directo la entrega de las prisioneras que las FARC decidieron liberar en diciembre pasado e intentaron por todos los caminos que ese gesto debilitase a Uribe. Después de sus maniobras para tratar de catalogar solemnemente a la guerrilla como «fuerza beligerante», el papel de Chávez se vislumbra ahora en toda su dimensión: ninguna de sus múltiples gesticulaciones en nombre de la paz o de la negociación ha servido para nada. El papel de Piedad Córdoba ante los familiares de los rehenes, a los que ha utilizado miserablemente para sus fines políticos, ha quedado totalmente desenmascarado. Igualmente se ha retratado el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, «lamentando» que la liberación hubiera sido fruto de la acción del Ejército colombiano, en lugar de lograrla por las negociaciones que ellos decían apadrinar, se supone que con la misma diligencia con la que supervisaban la presencia de los campamentos guerrilleros en su territorio nacional.

La actividad de la guerrilla durará por algún tiempo, pero está claro que no alcanzará ninguno de sus objetivos. La presión de la opinión pública internacional convirtió a Ingrid Betancour -a su pesar- en la prisionera más preciada para sus sucios fines. Es de suponer que ahora que está libre y que es una de las personalidades más conocidas en el mundo, Ingrid podrá convencer a todos los que siguen justificando la existencia de las FARC.

De verdad ¿La vida humana es sagrada?


A menudo, oigo la frase: "La vida humana es sagrada", y yo me pregunto: ¿Dónde?, ¿Cuándo?.

No es cuestión de recordar los circos romanos con los gladiadores o los cristianos devorados por fieras… ¡Como entretenimiento!. Pero alguien puede aducir que los romanos eran salvajes hasta que llegó el cristianismo… Para, entonces recordar a los Papas manadando ejércitos o al obispo que acompañaba al CID en sus batallas, y luego se reunían los dos, con la sangre chorreándoles por el codo… O aquel Papa que ordenó arrasar una ciudad francesa por ser herejes y cuando le advirtieron de que allí había muchos católicos, contestó: Matadlos a todos, que luego en el cielo ya los clasificarán…

Nada que ver con las escenas de soldados antiguos y modernos, jugando el fútbol con las cabezas de sus enemigos o haciendo peores salvajadas…

Para no hablar de "bárbaras naciones", podemos referirnos a la España actual, donde teníamos un médico en urgencias de un hospital que, cuando notaba que una persona ya tenía mucha edad, le administraba sedantes, y los pasaportaba al otro mundo directamente, "para que no sufriera", o la red de clínicas abortivas que manejaba un médico peruano, donde se practicaban abortos sin considerar la edad del feto (Hasta, includo de ocho meses), y se los trituraba en una licuadora gigante y se tiraban a la alcantarilla, aparte de los más de 100.000 abortos "legales" que se practicaron el año pasado…

Pero, podemos también pensar que los españoles somos un tanto salvajes…

¿Cómo explicar el comportamiento de los "humanos" que se ven en la película, cuyo link os adjunto, de un hospital de Nueva York? Se supone que el país más avanzado, demócrata, libre y poderoso del mundo...

Una mujer que espera ser atendida, más de 24 horas, se desliza del asiento y cae muerta, sin que ninguno de los otros pacientes, mueva un dedo, pero no acaba ahí la historia. Un vigilante, se asoma, la ve y se da la vuelta, como si no pasara nada, luego un ¡médico!, se asoma y hace lo mismo que el vigilante. Al final llega una enfermera Y LA EMPUJA CON EL PIE…

Espero que, los que nos llamamos "humanos", tratemos a las otras cosas "sagradas", con un poco más de respeto que a la vida…

http://www.youtube.com/watch?v=MNg670mCLGs

sábado, 5 de julio de 2008

Clandestino


Una cruda visión, de un problema que no tiene solución. Al menos, en el plazo de una o dos generaciones, ya que los políticos sólo saben hacer turismo oficial para hablar del problema de la inmigración, pero sin afrontarla seriamente.

Por otra parte, las "buenas personas", se compadecen y dicen que no son ilegales o clandestinos, por lo que habría que dejarlos llegar a donde quisieran, sin pensar que con eso, lo que hacen es empobrecer a sus países de origen y en realidad, no resolver nada.

En España, y en el resto de Europa, con la crisis económica actual, se están despidiendo miles y miles de inmigrantes que habían llegado hace unos años, deslumbrados por el nuevo "Eldorado", pero que ahora, al quedarse sin empleo y muchos de ellos con grandes deudas, por haberse embarcado en la compra de un piso, no tienen absolutamente ningún recurso, ni familia, ni la famosa "casa de los abuelos" donde refugiarse, como se hacía en toda parte, en los momentos difíciles…

Se dice que, hay que ayudar a esos países de origen a desarrollarse, pero nadie piensa en que la mayoría de la ayuda que se envía, se queda en las garras de sus políticos corruptos, ladrones y asesinos, sin que la población tenga ninguna mejora y muchas veces, se empeora su situación.

¿Debemos entonces poner gobiernos extranjeros para erradicar la corrupción?. Ya se hizo en el siglo XIX en África, con la práctica destrucción de todo el contienente…

¿Debemos dejar que lleguen los que quieran, en oleadas sin control, aunque ello signifique que deambulen por miles por las calles, sin trabajo y sin vivienda?. ¿Cuántos?. ¿Hasta cuando?. Porque la realidad es que, si todos los que están en países subdesarrollados se vienen de golpe a los paises desarrollados, el resultado será que quedarán todos subdesarrollados. A menos que, eso se haga con orden y con una planificación y capacitación adecuada, lo que no es posible de hoy para mañana.

¿Entonces?...

jueves, 3 de julio de 2008

Gafe Zapatero


Seguramente, habréis oído la conseja de que, nuestro ex simio presidente es GAFE, esto es, que donde él va, ocurre alguna desgracia, y se viene probando con su adhesión a los candidatos internacionales que él supone afines, pero que en cuanto les muestra su adhesión… pierden las elecciones. (Acaba de mostrar su simpatía por Obama)… ¿Qué ocurrirá?.

Lógicamente, yo no creo una palabra de todo esto, que por supuesto, son patrañas, pero la verdad es que, el equipo español de baloncesto, que fue campeón mundial y que cuenta con unos de los mejores jugadores del mundo actualmente en la liga americana, cuando estaba disputando un importantísimo partido y faltaban segundos para su terminación, con la presencia del "Zapa", le tocó hacer el tiro libre definitivo al mejor jugador de España y falló…

Nuestro ex simio presidente, que también le llaman el "bobo solemne", afirma que su maleficio es falso, ya que él tiene muy buena suerte, pero como no sabe nada de nada y su ignorancia es infinita, no sabe tampoco que, según los expertos, los gafes, lo son para los demás, pero no para sí mismos…

Cualquiera que haya visto el último partido de la selección española contra Alemania, habrá visto que España tuvo prácticamente en la portería alemana, tres o cuatro goles más, pero que al final no entraron… porque el "Zapa" estaba allí, aunque, afortunadamente, estaban también los Reyes y una de las infantas, lo cual, contrarrestó en parte el "mal fario" del bobo solemne y… España pudo marcar, al menos, un gol…

Por cierto que, como yo soy muy ignorante, no sabía por qué algunos mal hablados llaman al pobre hombre "ex simio", y siempre entendía que significaba: "excelente, sobresaliente", pero ahora resulta que no, que el Congreso español, dedicó su última sesión antes del verano, a aprobar una moción de apoyo a la defensa de los "grandes simios", es decir, que en los laboratorios farmacéuticos no se hagan pruebas con monos, aunque sí pueden hacerse con embriones humanos y, por supuesto, hay que liberalizar el aborto, ya que con la ley actual, sólo se practican en España unos 100.000 al año… ¿Será que eso de ex simio, significa otra cosa?...

En fin, os adjunto un artículo de Luís María Anson, publicado ayer, sobre toda la técnica de la gafancia y los hechos memorables del gran gafe en el pasado… La verdad, yo no creía que todo un académico de la lengua, gran escritor y maestro de periodistas, estuviera "tan puesto" en estos asuntos de los gafes y antigafes…


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EL MUNDO, MARTES 1 DE JULIO DE 2008

MPRESIONES

CANELA FINA/LUÍS MARÍA ANSON

El Rey pudo con el gafe de Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero es un gafe de sólido prestigio inter­nacional, reconocido hasta por sus más recalcitrantes enemigos. Su capacidad para la gafancia ha alcanzado cotas difícilmente supe­rables. Yáñez, que fue un crack en su día, ha sido arrumbado por Za­patero en los desvanes del olvido.

Sarkozy, por ejemplo, admira el poderío gafatorio del presidente español y, por eso, removió Roma con Santiago para que abrazara a Ségoléne durante las elecciones presidenciales francesas. La dejó, como era de esperar, para el arras­tre. En el referéndum europeo, Chirac fue víctima del entusiasmo zapateresco por el sí. Su presencia en Francia lo gafó todo. Bush y Blair se frotaron las manos cuando se anunció el ardiente apoyo zapa­teril a sus rivales que, naturalmen­te, quedaron pulverizados.

Los socialistas alemanes, por poner otro ejemplo, gobernaban en Renania desde hacía cuatro décadas. Zapate­ro se desplazó a la re­gión para apoyar a Schroder y su partido. Y, claro, los conservadores, los democristianos, que no olían poder desde na­cía 39 años, ganaron de forma arrolladora.

La indiscutida capacidad de Za­patero para gafar acontecimientos internacionales del más vario sig­no quedó clara cuando el cam­peón mundial de baloncesto, Es­paña, perdió la final de la Eurocopa a causa de la presencia de Za­patero. Pau Gasol, Premio Prínci­pe de Asturias del Deporte,, ejecutó a la perfección el tiro final que suponía la victoria. Pero el gran jugador no contaba con la presencia de Zapatero y el balón ga­fado resultó repelido por el aro.

Luís Aragonés se que­dó aterrado cuando supo que José Luís Rodríguez Zapatero, con todo su gafe a cues­tas, anunció que se desplazaría a Viena para asistir a la final de la Eurocopa de fútbol. Sólo había un antídoto posible a la gafancia zapateresca: el Rey, que ha dado siempre suerte a los deportistas españoles. El seleccionador im­ploró a la Casa que no faltara el Monarca y consiguió su propósito. Don Juan Carlos, acompañado por la Reina y la Infanta Elena, hi­zo lo que pudo. Y contrarrestó al gafe Zapatero aunque no del todo. España debió ganar por 3 a 0. Pe­ro cuatro o cinco ocasiones de marcar resultaron gafadas clara­mente por la presencia de Zapate­ro. Menos mal que la medicina re­gia sirvió de antídoto en una oca­sión y el bisturí rubio, el niño To­rres, consiguió que el balón hora­dase la meta germana. La unidad de España con el entusiasmo po­pular en toda la nación quedó sus­crita, tras la épica de la Eurocopa, ante los ojos atónitos de Zapatero, que parece que está reaccionando ahora pero que en la legislatura anterior vendía pedazos de esa misma unidad nacional por el pla­to de treinta escaños que necesita­ba para afianzarse en su poltrona del palacio de la Moncloa.

Luís María Anson es miembro de la Real Academia Española.

miércoles, 2 de julio de 2008

Liberación de secuestrados


Hoy, todos los mensajes que suelo enviaros, de viajes, de pensamientos ilustrados, de chistes con más o menos gracia, se quedan relegados para otra oportunidad, ante la extraordinaria, excelente e histórica noticia de la liberación, por parte del ejército colombiano, de 15 de los secuestrados que las malditas FARC tenían desde hace años.

Por supuesto, es importante que, entre los secuestrados se encontrara la política colombiana Ingrid Betancourt y los tres contratistas norteamericanos, por la repercusión mediática mundial que este hecho tendrá, pero también los otros 11 liberados, policías, soldados o, ciudadanos colombianos, son importantes, tanto o más que los anteriores, aunque los periodistas no lo vean así, pero son personas, como ellos, y tienen familias, como ellos.

Algunos amigos colombianos, me envían noticias enrevesadas sobre dimes y diretes de, magistrados, políticos o delincuentes que, declaran corrupciones y acusaciones por parte del gobierno, de su presidente o de sus contrarios, y luego se desdicen o cambian de bando, pero sin que nada se vea claro, sino una lucha, un tanto sucia por el poder, cosa que, por otra parte, ocurre en casi cualquier sitio, como en Italia, donde su presidente tiene un montón de juicios pendientes y está proponiendo leyes que le garanticen que no será procesado…

En España, estamos mejor. El gobierno controla el poder legislativo con pactos con cualquiera que le de votos a cambio de concesiones o dinero, el poder ejecutivo, porque ellos ganaron las elecciones, y el poder judicial, por medio de tener magistrados de "izquierdas", o simplemente, nombrar magistrados a abogados que no han hecho la carrera judicial, ni han opositado a nada, pero que son amigos… Tenemos organizaciones tan originales como "Jueces para la democracia", lo que significa que los jueces que no se afilian a ellas, no son demócratas, y en el Tribunal Constitucional, la Presidente y varios de los magistrados, están ahí, porque el gobierno, mediante una ley ad hoc, les ha prorrogado el mandato, que terminó en diciembre, "porque son izquierdas"…

Y lo más curioso, tanto el gobierno como los periodistas, les están diciendo todos los días a los magistrados que son prevaricadores y… NO PASA NADA, ya que cada vez que hay pendiente una sentencia importante, todo el mundo hace cábalas del sentido de la misma, según la tendencia política de los magistrados a quienes les toca resolver, por lo que parece que, la ley es lo de menos… lo importante es ser fieles a su partido…

Ante estos hechos, Colombia, vista desde aquí, parece una balsa de aceite, salvo por esos malditos terroristas, ayudados y financiados por el tráfico de drogas y por los petrodólares del sátrapa venezolano y una tal Piedad que, no sé quien la ha nombrado senadora, pero que se cree con el derecho a decir quien es bueno y quien es malo, y quiere hacer creer que tiene las llaves de los secuestrados, para conseguir que el gobierno legítimo negocie con los terroristas y, supongo que auparse ella a la presidencia, como salvadora de la patria.

Por eso es tan importante la noticia de la liberación de estos secuestrados por parte del ejército, sin negociaciones, sin intermediarios y sin que el gorila de Venezuela meta su zarpa en el asunto.

Es tan importante que, apenas difundidas las primeras noticias, todavía incompletas por las televisiones internacionales, y cuando yo estaba buscando más datos en Internet, sonó mi teléfono y era un gran amigo, escritor famoso y que nunca ha tenido ninguna relación con Colombia, pero sabe muy bien de la mía, y lo primero que me dijo es: ¡FELICIDADES!, y a continuación me propuso que mañana salgamos a comer, con las familias, para celebrarlo.

Espero ver en las noticias que, mañana, Colombia esté como estuvo España el lunes pasado, llena de banderas nacionales y la gente gritando en la calle, vivas, no a su selección de fútbol, sino a su ejército, y… ahora se justifica más que nunca el grito de: ¡VIVA COLOMBIA, CARAJO!.