sábado, 7 de abril de 2018

Tristeza y pasmo


Tristeza y pasmo

Hoy, he recibido la infausta noticia, del fallecimiento en Bogotá, de mi entrañable amigo, y compañero de fatigas cinematográficas, desde hace como 60 años, Hernando González Palacio, cuando ambos éramos unos mozalbetes, (él, más mozalbete que yo), y empezábamos nuestras actividades en cine, él como actor y yo como Productor Ejecutivo, en la empresa Colombia National Films, de Medellín, en Colombia.
Hernando y Enrique, montendo en 35 mm
Y digo tristeza, porque un golpe como este, deja muy triste y deprimido a cualquiera, pero además, se siente un pasmo, asombro e incredulidad, ante el misterio de la muerte, y la sensación de algo sin retorno, sin posibilidad de rectificación o modificación de los hechos, ni en el más mínimo detalle.

Hace tiempo, publiqué un artículo titulado: “Nuestra amiga la Muerte”, reflexionando, sobre esos casos en que una persona ha vivido muchos años, y todas sus facultades se han ido deteriorando, hasta el extremo de que, la Muerte es como una bendición, o un bien deseado. Pero… hay otros casos en que, se siente como un mazazo en la cabeza. Sobre todo para los que nos quedamos, que siempre somos los que pagamos el pato.
Filmando en Cali, en 16 mm
A Hernando, lo seguía viendo como el chaval que era, cuando nos conocimos, entre otras cosas, porque conservaba su permanente sonrisa y su visión positiva de la vida, y porque al tener bastantes años menos que yo, me parecía siempre el jovencito, jovial, sonriente y dispuesto a contar algún cuento, más o menos disparatado, como buen paisa que era.
Habremos hecho más de 20 películas juntos, entre documentales y argumentales de largo metraje, pero nuestras vidas y ciudades de residencia, se separaron y, mientras él seguía en su actividad cinematográfica, que le llevó a participar, como actor, director de fotografía y demás, en casi 100 películas de todo tipo, yo tomaba otros caminos y me dedicaba a diversas actividades.
Lo contrataron en la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, y viajó a varios países, para especializarse en la conservación de material fílmico, además de dirigir y filmar documentales de tipo educativo y de divulgación científica, en cantidades que superaron los 300 programas de televisión.
Coloquio sobre cine en ACOA, en Madrid
Catedrático de cine, en la Universidad y otras instituciones de enseñanza, participó en seminarios, con el famoso cinematografista español Nestor Almendros, autor de la imagen de películas tan famosas como Days of Heaven (Días de Gloria), que obtuvo el Oscar a la Fotografía. La laguna Azul, o Kramer contra Kramer, y autor del libro “Días de una cámara” sobre la “Hora mágica”.
Filmando en vídeo, en Colombia
Hace pocos años, estuvo en Madrid, con su esposa Sixta, y organizamos una presentación de algunos de sus trabajos, la película “La Balada de una Moto”, que hicimos ambos, y una charla, en la que nos contó cómo se ahogó, en el Río Magdalena, en un accidente, durante una actuación, en que iba vestido de guerrillero, con botas, chaleco y canana, llena de munición, lo que lo llevó al fondo del río, donde quedó, ya sin respiración. Pero, otro actor, previamente desprovisto de todo ese peso, se lanzó al agua y consiguió sacarlo y posteriormente reanimarlo. Porque parece que, la Parca le dio una segundo oportunidad, pero sólo hasta hoy…
De visita en Madrid, con Sixta, su esposa
Esa sensación de impotencia, ante el inmenso poder de la muerte, le hace a uno traer una cantidad de pensamientos disparatados, y, si antes pude hablar de “Nuestra amiga la Muerte”, hoy, tendría ganas de encontrármela como figura en los dibujos animados, para poder liarme a palos con ella, y desencuadernarle todos los huesos, de manera que ya no los pudiera volver a colocar en su sitio. Porque, el hecho de haberse llevado a Hernando, tan relativamente joven es, además de una tristeza infinita, una injusticia incomprensible.  

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