Toma la plaza

El pasado 15 de mayo, una serie de personas convocadas por las redes sociales se concentraron en la Puerta del Sol de Madrid y con diversos incidentes menores, se ha repetido esa concentración a las 20 horas de todos los días siguientes.

Hoy 21 de mayo, día de reflexión según la Constitución Española, no se puede hacer ningún tipo de
propaganda electoral sobre las elecciones de mañana 22 ni concentrarse o manifestarse de ninguna forma, por lo que esta concentración que al final ha cambiado su nombre al de “Toma la Plaza”, ha sido declarada ilegal. Pero la gente sigue en la Plaza día y noche sin que las fuerzas de seguridad se atrevan a desalojarlos a pesar de la prohibición, en la seguridad de que las consecuencias de una acción policial sería más perjudicial que beneficiosa.

Las noticias que se publicaban, más los guiños de simpatía que promovían los partidos mal llamados de “izquierdas” incluido el del gobierno de España, contra cuya desastrosa gestión de los últimos cuatro años se iniciaron las protestas, nos ha hecho a muchos desconfiar de esas concentraciones que ni sus protagonistas tienen claro cuales sean sus fines.

Tenemos precedentes de cómo el PSOE manipuló unas “concentraciones espontáneas” el día antes de las elecciones del 2004, aprovechando los terribles atentados de los trenes de cercanías que habían ocurrido el día 11 M, para encaramarse al gobierno de la Nación y a partir de ahí, dedicarse sistemáticamente a destruirla, negando la Transición Democrática, la Unidad de la Nación y hasta el concepto de Nación misma, más una política económica que ha llevado a España desde estar entre los países avanzados de Europa, a formar parte de la cola, en el pelotón de los torpes: Grecia, Irlanda y Portugal. Por lo que es normal, que cualquier ciudadano que se cree un poco informado, mire con recelo este tipo de concentraciones que, aunque sean de verdad espontáneas y bien intencionadas, pueden ser manipuladas por los hábiles políticos profesionales y nadie sabe cómo terminarán.

Con estas inquietudes, resolví ayer presentarme en la Puerta del Sol, donde an puesto un cartel tapando el nombre de la estación para que figure: “Pza. SOLución”. La primera impresión que se tiene al llegar es, la de un grupo de ciudadanos aseando con sus familias en un soleado día de primavera. Con la diferencia de que hay carteles de todo tipo, hechos con varias clases de pintura y unos más elaborados que otros. Pero buscando con toda atención, no se encuentra ninguna adhesión a ningún partido político y sí varias frases de rechazo a todos, además de peticiones más o menos razonables y hasta estrambóticas. Como: Peor que fundar un banco es desfondarlo, o uno que ya llega al extremo de decir: Se necesitan carpinteros. Ref.: Guillotinas.

Lo primero que llama la atención, pensando en una manifestación o concentración de ciudadanos que se llaman a sí mismo “Indignados” y que están rodeados de furgones policiales con su correspondiente dotación, es la cantidad de gente que está allí con sus cochecitos de bebé y con sus hijos pequeños, además de la variadísima edad de los concurrentes, aunque predominan los jóvenes. Han organizado carpas de información, de recogida de firmas, de reparto de folletos con las normas de lo que significa votar a un partido, en blanco, o abstenerse. Y lo más impactante es una gran carpa llena de niños jugando en el suelo y pintando, con unas cuantas mujeres que los acompañan y enseñan. En la plaza propiamente dicha, una serie de asambleas en forma de corro de personas sentadas en el suelo, donde toma la palabra aquél que considera que tiene algo que decir, pero sin que se oiga una voz más alta que otra ni haya ningún tipo de violencia ni verbal ni física.

La gente deambula de un sitio para otro, viéndolo todo, preguntando o firmando su adhesión, con toda tranquilidad, sin empujones ni carreras, dejando pasar con cortesía a los que van más deprisa o llevan un cochecito de niño o incluso van ellos en silla de ruedas y se hacen fotos unos a los otros, como si de una feria se tratara.

Han puesto un gran cartel, reproducción del Guernika de Picasso y hay unos jóvenes con rotuladores de colores que los prestan a los asistentes para que escriban lo que quieran sobre el cuadro, que luego éstos devuelven a quien se los prestó.

A los que conocemos algo América, incluyendo USA, nos llama mucho la atención que nadie, absolutamente nadie, se haya presentado allí para aprovechar el gentío y vender todo tipo de chucherías: Gafas de sol, sombreros y sombrillas, relojes “Rolex” hechos en China o cualquier tipo de comida o refrescos. Hay carpas de avituallamiento donde suministran agua y gaseosas, o incluso comidas completas a horas determinadas pero todo absolutamente gratis. Las personas normales e incluso los restaurantes cercanos, les traen continuamente provisiones de todo tipo, incluyéndome a mí que, al no saber qué llevar, compré unos paquetes de vasos de plástico y los entregué en la carpa correspondiente, junto con unas cuantas ideas sueltas sobre algunas reformas que habría que hacer en las leyes españolas. Obviamente sin ninguna pretensión de que lleguen a ningún sitio, pero con la sensación de haber podido contribuir en algo a la idea de cambio que se respira en el lugar.

Es absolutamente increíble, para los que vivimos en España y estamos conscientes de los 5 millones de desempleados y las cientos de miles de familias, en las que no entra ni un solo euro al mes por el trabajo de ninguno de sus miembros, que podríamos esperar a una gran masa desesperada y cabreada, dispuesta a saltar a la mínima oportunidad, por la desesperación y la frustración que produce un gobierno incapaz, pero lleno de corruptos que dilapidan y se apropian del dinero público sin el más mínimo rubor, ver a miles personas hablando normalmente, intercambiando ideas o recibiendo sugerencias, pero… lo absolutamente inaudito y que yo no había visto nunca ni tenía noticia de que se hubiera producido en el mundo es, que en un lugar público haya voluntarios barriendo el suelo, para que no haya papeles ni basura de ninguna clase en el mismo.

La sensación que tuve en el rato en que paseé por la Plaza es
de una gran alegría, por ver: Primero que en España no somos tan borregos como yo creía y segundo que se pueden hacer manifestaciones absolutamente pacíficas, para decirles a los políticos, sin distinción de partidos, que no somos tan tontos como ellos nos creen…

Claro que, por otra parte es un tanto irónico que estos jóvenes se proclamen contrarios al sistema y lo primero que hagan, como no podía ser de otra manera es, establecer sistemas… Como dónde hacer las asambleas en diferentes lugares de la plaza, para que en cada una se hable de un tema determinado. Establecer horarios de comidas y en general hacer un reparto del trabajo, para que las cosas funcionen… Es muy curioso ver personas de ambos sexos y edades variadas andando por entre la gente, con un brazalete que pone RESPETO, en lugar del que sería obvio: ORDEN, para ir informando y dirigiendo a las personas hacia los lugares que les interesan.

Como es natural, aunque estemos muy cabreados con el Sistema, no podemos prescindir de algún tipo de sistema. Y ya se ha estudiado mucho a lo largo de los siglos que, aunque la democracia está llena de defectos y falla por muchos sitios, es el menos malo de todos los sistemas que el hombre ha sido capaz de crear, por lo tanto, en España no es realmente que haya fallado el sistema. Lo que ha fallado estrepitosamente ha sido la forma de aplicar el sistema, que una manada de analfabetos soberbios han creído que todo estaba por inventar, y que ellos eran los que iban a inventar el sistema perfecto, pero como la mayoría de los ilusos que han deambulado por la Historia, se han topado con que la rueda, el agua tibia y otras fruslerías, ya existían antes que ellos.

En fin, podremos aquí una serie de fotos de varios aspectos de los carteles que había en la Plaza ayer por la tarde.