Entre Risas y Máscaras
Película
de 1961– Blanco y negro – 16 mm – Ficción
Rodada
en: Medellín, Antioquia, Colombia
DIRECCIÓN:
Humberto Vilches y Enrique Gutiérrez y Simón
GUIÓN: Efraín
Arce Aragón y Humberto Vilches
CÁMARA: Gunnar
Sandberg
TÉCNICO: Guillermo
Isaza
PRODUCTOR:
Círculo Cinematográfico Colombiano
PRODUCCIÓN:
Enrique Gutiérrez y Simón
INTÉRPRETES:
Letty de Arce Aragón, Héctor Correa Leal… y un grupo de actores de Medellín,
cuyos nombres se han perdido, así como el guión original y la película
terminada.
SINOPSIS:
melodrama de una muchacha que huye de su casa para vivir la gran aventura de
artista de circo. Amores, desamores, acoso sexual, homicidio y mucha actividad
circense.
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La Productora Cinematográfica Colombia National Films, había
terminado y estrenado la película Antioquia Crisol de Libertad, en la que
intervino Humberto Vilches Vera, un argentino que pasaba por allí y buscaba
acomodo en Colombia. Con facilidad de palabra y hábil vendedor de humo, pero ni
su participación en el guión para la película ni el estreno de esta, resultó lo
que esperaban él y el resto del equipo.
No
obstante, convenció a Enrique Gutiérrez y Simón, que había desarrollado la
Producción Ejecutiva y era el Director Técnico de Colombia National Films, para
fundar otra productora, llamada Círculo Cinematográfico Colombia-no y a su vez,
Enrique convenció a su amigo y colega de periodismo, Efraín Arce Aragón, para
que formara parte de la empresa, para hacer una película sobre circo, que era
un tema que Efraín conocía muy bien, lo que hizo de éste y de Letty, las piedras
angulares del proyecto.
Como
siempre, se pretendía “inaugurar la época del cine colombiano”, e incluso se
admitían socios, en plan cooperativa, como años antes había hecho “Procinal” en
el mismo Medellín, y con el mismo resultado, aunque este fracaso no tuvo las
repercusiones sociales del anterior, por ser una especie de Procinal en
pequeñito. Y haber evitado algunos de los errores del anterior, aunque se cayó
en otros. Sobre todo de personalismos y egos.
Pero la realidad es, que se trabajó mucho y con seriedad. Quizá
el carácter de Vilches, habilísimo demagogo, no iba tanto por hacer cine, que
era desconocido para él, como por hacer una carrera, que al final consiguió,
pero en
otros medios, como la radio y la televisión, en Colombia y otros países. Aunque
sus intervenciones y cambios en el guion original, de un autor consagrado y con
muchos años de experiencia y muchas obras estrenadas en radio, teatro y
televisión, como era Efraín Arce Aragón, produjeron no pocos problemas.
La
película, rodada en 16 mm. blanco y negro, a finales de 1960, incluía muchas
historias de amores, acoso sexual, celos profesionales, e incluso homicidio,
dentro de la carpa de un circo, aparte las actuaciones normales en esos
espectáculos, realizadas por los profesionales del circo real donde se rodó.
Pero también otros ambientes, en la ciudad: Un hospital, el aeropuerto, con la
intervención en la acción de un avión de SAM, diversas calles, una iglesia,
etc.
Letty,
la joven y bella esposa de Efrain Arce Aragón, hizo un excelente papel
dramático, además de actuar como trapecista y jinete equilibrista. Héctor
Correa Leal, actor veterano, hizo también un papel importante, en la parte
dramática y apuñalando al payaso traidor. Y otra serie de actores de diversas
edades, cuyos nombres se han perdido, como la película, sin llegar a explotarse
comercialmente.
La película, montada y sonorizada, se ha perdido, así como el
guion original. Y las dos personas que intervinieron en ese guión, Efraín Arce
Aragón como autor y Humberto Vilches, como co-director, han muerto, por lo que
las posibilidades de reconstruir la historia, son remotas, por no decir
imposibles.
Al cabo de los años, han aparecido unos rollos de escenas de
la película, muy probablemente, los descartes del copión original, que
se han entregado a la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano. Pero se
encuentran en un estado de conservación lamentable, con infinidad de
ralladuras, manchas y deterioro de todo tipo, hasta el extremo de que la imagen
está carcomida en los bordes, y la calidad fotográfica, muy deteriorada por la
acción del tiempo y la degradación natural,
lo que hace que haya perdido nitidez y textura en los medios tonos, por lo que
el trabajo que se pretende hacer de restaurarla, es casi misión imposible. De
esos fragmentos de película, hemos intentado sacar algunos fotogramas
representativos, retocándolos un poco en los bordes y quitándoles algunas de
las rayas y manchas; que se adjuntan aquí, con una pequeña explicación de cada
escena.
De
la parte de los trapecistas y demás actuaciones circenses que son comunes, aparte
de que son de las más deterioradas, hemos considerado que son las menos
importantes, porque son muy normales en cualquier circo, y porque están
interpretadas por profesionales del circo en que se rodó, y no por los actores
que intervenían en la película, así que hemos entresacado algunas escenas en
que están estos actores.
Del
visionado de los fragmentos encontrados, podemos sacar la conclusión de que se
trabajó mucho y bien, llegando a adivinarse que había escenas de un contenido
dramático importante y que los participantes se emplearon con dedicación y
seriedad.
En el aspecto de Producción, también se puede comprobar un
trabajo intenso, para conseguir la colaboración de entidades e instituciones
importantes, que colaboraron eficientemente, como el Parque de Bomberos de
Medellín, porque en la película se incendia el circo entero, y se ven escenas
de todos los camiones de bomberos acudiendo y luchando por apagar el fuego, con
las arriesgadas actuaciones
para salvar personas atrapadas en el fuego y las peligrosas escenas del
derrumbe de la carpa y los mástiles que la sostienen.
Asimismo, participó la empresa aeronáutica SAM, con la
actuación de uno de sus aviones, para que uno de los actores, le pusieran la
escalerilla y subiera al avión con muletas y luego despegara. Hay varias
escenas en un hospital, con un herido y las intervenciones de Letty de Arce
Aragón con el médico correspondiente, etc.
Hoy,
con el tiempo y la distancia que nos separan de todos estos hechos, no podemos
por menos que lamentar tanto esfuerzo perdido y tantas ilusiones frustradas,
quizá por una miopía egoísta o unos personalismos inflados que, en lugar de
pensar en el futuro y en el bien de la colectividad, se centran en cuestiones
del momento y el trabajo de todos, se pierde irremisiblemente…
El
mundo del cine, está lleno de historias de fracasos, porque alguien se
considera el más importante de todo el equipo. El “creador”, el protagonista o
“la estrella”, pero no se dan cuenta de que el cine es imprescindiblemente un
trabajo de equipo. Sólo cuando este equipo funciona como una máquina bien
engrasada, donde todos sus engranajes cumplen su función en relación con los
otros, se puede completar la obra.
Personalmente, lo he comprobado, trabajando en películas
donde todo el mundo ejercía su función con alegría y camaradería. Se terminaron
a tiempo y se proyectaron en los cines, produciendo beneficios en dinero, que
es una de las metas que todo el mundo tiene cuando piensa en hacer una
película…
Para poner un
toque de optimismo, habrá que pensar que, a las personas que trabajaron con
esfuerzo y honestidad, esto les sirvió de estímulo para el resto de sus vidas,
y que detrás vienen generaciones que harán estos trabajos con mejores
resultados…
Enrique Gutiérrez y Simón
Madrid, julio de 2015
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