jueves, 3 de julio de 2008

Gafe Zapatero


Seguramente, habréis oído la conseja de que, nuestro ex simio presidente es GAFE, esto es, que donde él va, ocurre alguna desgracia, y se viene probando con su adhesión a los candidatos internacionales que él supone afines, pero que en cuanto les muestra su adhesión… pierden las elecciones. (Acaba de mostrar su simpatía por Obama)… ¿Qué ocurrirá?.

Lógicamente, yo no creo una palabra de todo esto, que por supuesto, son patrañas, pero la verdad es que, el equipo español de baloncesto, que fue campeón mundial y que cuenta con unos de los mejores jugadores del mundo actualmente en la liga americana, cuando estaba disputando un importantísimo partido y faltaban segundos para su terminación, con la presencia del "Zapa", le tocó hacer el tiro libre definitivo al mejor jugador de España y falló…

Nuestro ex simio presidente, que también le llaman el "bobo solemne", afirma que su maleficio es falso, ya que él tiene muy buena suerte, pero como no sabe nada de nada y su ignorancia es infinita, no sabe tampoco que, según los expertos, los gafes, lo son para los demás, pero no para sí mismos…

Cualquiera que haya visto el último partido de la selección española contra Alemania, habrá visto que España tuvo prácticamente en la portería alemana, tres o cuatro goles más, pero que al final no entraron… porque el "Zapa" estaba allí, aunque, afortunadamente, estaban también los Reyes y una de las infantas, lo cual, contrarrestó en parte el "mal fario" del bobo solemne y… España pudo marcar, al menos, un gol…

Por cierto que, como yo soy muy ignorante, no sabía por qué algunos mal hablados llaman al pobre hombre "ex simio", y siempre entendía que significaba: "excelente, sobresaliente", pero ahora resulta que no, que el Congreso español, dedicó su última sesión antes del verano, a aprobar una moción de apoyo a la defensa de los "grandes simios", es decir, que en los laboratorios farmacéuticos no se hagan pruebas con monos, aunque sí pueden hacerse con embriones humanos y, por supuesto, hay que liberalizar el aborto, ya que con la ley actual, sólo se practican en España unos 100.000 al año… ¿Será que eso de ex simio, significa otra cosa?...

En fin, os adjunto un artículo de Luís María Anson, publicado ayer, sobre toda la técnica de la gafancia y los hechos memorables del gran gafe en el pasado… La verdad, yo no creía que todo un académico de la lengua, gran escritor y maestro de periodistas, estuviera "tan puesto" en estos asuntos de los gafes y antigafes…


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EL MUNDO, MARTES 1 DE JULIO DE 2008

MPRESIONES

CANELA FINA/LUÍS MARÍA ANSON

El Rey pudo con el gafe de Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero es un gafe de sólido prestigio inter­nacional, reconocido hasta por sus más recalcitrantes enemigos. Su capacidad para la gafancia ha alcanzado cotas difícilmente supe­rables. Yáñez, que fue un crack en su día, ha sido arrumbado por Za­patero en los desvanes del olvido.

Sarkozy, por ejemplo, admira el poderío gafatorio del presidente español y, por eso, removió Roma con Santiago para que abrazara a Ségoléne durante las elecciones presidenciales francesas. La dejó, como era de esperar, para el arras­tre. En el referéndum europeo, Chirac fue víctima del entusiasmo zapateresco por el sí. Su presencia en Francia lo gafó todo. Bush y Blair se frotaron las manos cuando se anunció el ardiente apoyo zapa­teril a sus rivales que, naturalmen­te, quedaron pulverizados.

Los socialistas alemanes, por poner otro ejemplo, gobernaban en Renania desde hacía cuatro décadas. Zapate­ro se desplazó a la re­gión para apoyar a Schroder y su partido. Y, claro, los conservadores, los democristianos, que no olían poder desde na­cía 39 años, ganaron de forma arrolladora.

La indiscutida capacidad de Za­patero para gafar acontecimientos internacionales del más vario sig­no quedó clara cuando el cam­peón mundial de baloncesto, Es­paña, perdió la final de la Eurocopa a causa de la presencia de Za­patero. Pau Gasol, Premio Prínci­pe de Asturias del Deporte,, ejecutó a la perfección el tiro final que suponía la victoria. Pero el gran jugador no contaba con la presencia de Zapatero y el balón ga­fado resultó repelido por el aro.

Luís Aragonés se que­dó aterrado cuando supo que José Luís Rodríguez Zapatero, con todo su gafe a cues­tas, anunció que se desplazaría a Viena para asistir a la final de la Eurocopa de fútbol. Sólo había un antídoto posible a la gafancia zapateresca: el Rey, que ha dado siempre suerte a los deportistas españoles. El seleccionador im­ploró a la Casa que no faltara el Monarca y consiguió su propósito. Don Juan Carlos, acompañado por la Reina y la Infanta Elena, hi­zo lo que pudo. Y contrarrestó al gafe Zapatero aunque no del todo. España debió ganar por 3 a 0. Pe­ro cuatro o cinco ocasiones de marcar resultaron gafadas clara­mente por la presencia de Zapate­ro. Menos mal que la medicina re­gia sirvió de antídoto en una oca­sión y el bisturí rubio, el niño To­rres, consiguió que el balón hora­dase la meta germana. La unidad de España con el entusiasmo po­pular en toda la nación quedó sus­crita, tras la épica de la Eurocopa, ante los ojos atónitos de Zapatero, que parece que está reaccionando ahora pero que en la legislatura anterior vendía pedazos de esa misma unidad nacional por el pla­to de treinta escaños que necesita­ba para afianzarse en su poltrona del palacio de la Moncloa.

Luís María Anson es miembro de la Real Academia Española.

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