España, está cayendo en una espiral de destrucción económica que, los únicos que no ven, son los "bomberos indolentes" del "gobierno"...
+++++++++
Un balance de fiesta
HERMANN TERTSCH - ABC.es - Opinión - martes 10 de marzo de 2009
NO debiera extrañar a nadie que el Gobierno de España, el Partido Socialista y todo el movimiento de
Sin embargo, por fin parece haber llegado el momento en que los terribles problemas de los españoles, que ha multiplicado con denuedo desde hace años, comienzan a afectarle al Gran Timonel y a su tripulación. Aquí se dijo hace mucho tiempo -y nadie nos tome por Merlín porque había sinfín de indicios para temerlo- que el paso de Zapatero por la historia de España crearía un precedente sobre la capacidad de destrucción en tiempos de paz. El deterioro en la economía ha alcanzado ya una velocidad de vértigo. De sus consecuencias sobre el bienestar, pero también sobre la seguridad de los españoles, tardaremos muchos años en recuperarnos. Zapatero estará jubilado del baloncesto y de todo. Nosotros habremos olvidado de los rasgos de la sonrisa del talante devenida ya en rictus amenazante. Y seguiremos pagando por el hecho de que una mayoría de los españoles se dejara embaucar dos veces por él, su equipo de mercadotecnia y el cutrerío ideológico que disemina. ¿Cómo ha podido suceder? ¿Por qué cuando los españoles estábamos a punto de encontrar nuestro sitio como sociedad moderna entre las demás, pudo producirse este disparate histórico que nos deja inermes como nadie ante la crisis general? Habrá muy sesudos estudios al respecto en el futuro. En todo caso, nuestro presente es cada día peor y nuestro futuro y el de nuestros hijos cada vez más incierto. Hay que irse lejos de
++++++
El bombero indolente
IGNACIO CAMACHO - ABC.es - Opinión - martes 10 de marzo de 2009
EN una carrera de ineptos, este Gobierno quedaría segundo porque su ineptitud le impediría g
Esta recesión vertiginosa habría tumbado a cualquier Gobierno que le intentase hacer frente, atrapándolo en la impopularidad de unas medidas de choque, pero al de Zapatero lo ha arrollado por incomparecencia. Bien porque no detectase los síntomas o porque se empeñase en despreciarlos, perdió toda capacidad de reacción al desperdiciar unos meses cruciales. Ahora está hecho cenizas, envuelto en un bloqueo catastrófico, abrasado con sólo nueve meses reales de existencia funcional.
Quizá el presidente llegó a creerse de veras que no era para tanto, y diseñó un equipo liviano para llevar a cabo sus políticas retóricas y gestuales. La crisis ha puesto en evidencia la falta de solidez del gabinete, desleído en la insustancialidad. Faltan puntos de referencia, pesos pesados. De
El aniversario electoral no se ha celebrado porque no hay nada que celebrar: sólo un generalizado desánimo nacional, un desempleo rampante y un revolcón en Galicia que puede marcar el punto de inflexión en un electorado en estado de alarma. El presidente está aislado, su equipo es un montón de pavesas y todos los sectores sociales claman por un golpe de timón, aunque no se pongan de acuerdo hacia dónde. Lo próximo serán movilizaciones sociales, más desgaste político y cuatro millones de parados. El argumento de echarle la culpa a los americanos y a la banca ya no funciona, y no quedan más chivos expiatorios. El problema ya no es la falta de crédito, ni de ahorro, ni de recursos; estamos ante una crisis de ideas que está a punto de provocar el síncope de la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario