Ayuda el tercer
mundo
Os sugiero leer
con cuidado y despacio esta frase: “La ayuda a países en desarrollo es, que los
pobres de los países ricos, hagamos más ricos a los ricos de los países
pobres”…
Cuando hay un
terremoto u otra catástrofe natural, se hacen urgentes campañas de ayuda a los
damnificados y se envían millones y millones en dinero, alimentos y otros
enseres que, nunca llegan a los verdaderos damnificados. Si acaso, en
cantidades ínfimas. Ya que se van quedando por el camino, en manos de dirigentes
corruptos y ya ricos, que se apropian del dinero y venden el resto a quien se
lo pueda comprar, mientras que los pobres siguen igual, o más pobres. (El
último: Haití)
Sin catástrofes
naturales, mantenemos un entramado de ayudas a los países “pobres”, con ONGs
que nos muestran niños desnutridos, lugares sucios y viviendas infrahumanas, a
donde nunca llega nuestra ayuda, o llega muy mermada.
Se les hacen
préstamos a esos países, de los que se apropian sus ya ricos dirigentes, pero
luego, cuando hay que devolverlos, se les cargan a sus siempre pobres
habitantes…
¿Por qué
seguimos haciendo esto indefinidamente? ¡Nos debiera avergonzar, tranquilizar
nuestras conciencias, pero sin ver lo que está pasando!... Y sin que nadie
tenga el verdadero propósito de contribuir a erradicar la pobreza y pedir
cuentas a los insultantemente ricos, para que expliquen públicamente de dónde
salió su fortuna. Si fuera producto de su trabajo o negocios normales, nadie
debería tener inconveniente en explicar detalladamente sus ingresos… ¡Como nos
exigen perentoriamente a todos los demás!
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