Cantan los niños de Siria
Un
buen amigo mío, pero que creo peca de “buenista” en general, me ha enviado este
vídeo que, en mi opinión está totalmente manipulado y organizado como una obra
de teatro, con sus decorados, montajes y superposiciones con mensajes
subliminales y todo…
Las
personas normales, creo que debemos pensar un poco y no tragarnos ni repetir
todo lo que nos llega, sin más.
En
Siria, hay una guerra civil, con un gobernante sátrapa, dictador e inhumano,
con su ejército moderno, armado por nosotros, por un lado. Y una serie de
facciones rebeldes, que luchan contra ese ejército y entre sí, entre las que
destacan unos islamistas radicales, todos armados por nosotros, por otro lado.
Y que también matan niños. ¿Cuál de estos es “el bueno”?
Tenemos
unos precedentes lejanos, como Vietnam, Iraq, Afganistán y un largo etc. donde
los “occidentales” hemos metido verdaderas fortunas y enviado a morir miles y
miles de soldados, que a su vez han matado a miles y miles de nativos de cada
país, Y más recientemente lo que los papanatas occidentales hemos llamado con
un entusiasmo infantil “La primavera árabe”, con todo el norte de África
revuelto, y donde hemos enviado ingentes cantidades de dinero y armas, cuando
no intervenido directamente como en Libia. Creyendo ingenuamente que lo que
buscaban sus habitantes era lo que nosotros llamamos “Libertad y Democracia”…
¿Para qué? Para que todos esos países hayan caído en el radicalismo islámico,
con dictaduras iguales o peores que las que tenían. Una corrupción galopante y
una inestabilidad y miseria social, iguales o peores que antes.
El
Líbano, era llamada “La Suiza de Oriente”, porque vivía en una prosperidad y
paz inigualable en la región y no tenía ejército. Lo que a todos los papanatas
nos parecía algo magnífico y digno de imitarse. La consecuencia fue, que la
invadió Siria, Israel y todo el que pasaba por allí, cada uno aduciendo
intereses nacionales de defensa propia, pero para los libaneses, la
consecuencia es que han convertido su país en el “Coño de la Bernarda”, donde
entra y sale cualquiera.
En
Haití, la población civil está todavía esperando que le llegue algo, de los
miles de millones de ayuda internacional que hemos enviado los buenistas, pero
hay una clase privilegiada que vive allí en una insultante demostración de
riqueza y que, sospechosamente ha aumentado esa riqueza desde el último
terremoto…
Y
volvemos a la peliculita. Los niños de Siria lloran porque el ejército los
mata. Y nosotros ¿Qué debemos hacer? ¿Enviamos dinero para que los ricos de
allí sean más ricos y los niños sigan muriendo, de hambre o asesinados?
¿Enviamos más armas, para que los niños y los adultos mueran más rápidamente, o
enviamos también soldados para que mueran allí, mientras matan más habitantes
locales, incluidos niños y al final gobierne un sátrapa diferente, pero igual
de asesino que el actual?
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