domingo, 19 de enero de 2014



Cantan los niños de Siria

Un buen amigo mío, pero que creo peca de “buenista” en general, me ha enviado este vídeo que, en mi opinión está totalmente manipulado y organizado como una obra de teatro, con sus decorados, montajes y superposiciones con mensajes subliminales y todo…
Las personas normales, creo que debemos pensar un poco y no tragarnos ni repetir todo lo que nos llega, sin más.
En Siria, hay una guerra civil, con un gobernante sátrapa, dictador e inhumano, con su ejército moderno, armado por nosotros, por un lado. Y una serie de facciones rebeldes, que luchan contra ese ejército y entre sí, entre las que destacan unos islamistas radicales, todos armados por nosotros, por otro lado. Y que también matan niños. ¿Cuál de estos es “el bueno”?
Tenemos unos precedentes lejanos, como Vietnam, Iraq, Afganistán y un largo etc. donde los “occidentales” hemos metido verdaderas fortunas y enviado a morir miles y miles de soldados, que a su vez han matado a miles y miles de nativos de cada país, Y más recientemente lo que los papanatas occidentales hemos llamado con un entusiasmo infantil “La primavera árabe”, con todo el norte de África revuelto, y donde hemos enviado ingentes cantidades de dinero y armas, cuando no intervenido directamente como en Libia. Creyendo ingenuamente que lo que buscaban sus habitantes era lo que nosotros llamamos “Libertad y Democracia”… ¿Para qué? Para que todos esos países hayan caído en el radicalismo islámico, con dictaduras iguales o peores que las que tenían. Una corrupción galopante y una inestabilidad y miseria social, iguales o peores que antes.
El Líbano, era llamada “La Suiza de Oriente”, porque vivía en una prosperidad y paz inigualable en la región y no tenía ejército. Lo que a todos los papanatas nos parecía algo magnífico y digno de imitarse. La consecuencia fue, que la invadió Siria, Israel y todo el que pasaba por allí, cada uno aduciendo intereses nacionales de defensa propia, pero para los libaneses, la consecuencia es que han convertido su país en el “Coño de la Bernarda”, donde entra y sale cualquiera.
En Haití, la población civil está todavía esperando que le llegue algo, de los miles de millones de ayuda internacional que hemos enviado los buenistas, pero hay una clase privilegiada que vive allí en una insultante demostración de riqueza y que, sospechosamente ha aumentado esa riqueza desde el último terremoto…
Y volvemos a la peliculita. Los niños de Siria lloran porque el ejército los mata. Y nosotros ¿Qué debemos hacer? ¿Enviamos dinero para que los ricos de allí sean más ricos y los niños sigan muriendo, de hambre o asesinados? ¿Enviamos más armas, para que los niños y los adultos mueran más rápidamente, o enviamos también soldados para que mueran allí, mientras matan más habitantes locales, incluidos niños y al final gobierne un sátrapa diferente, pero igual de asesino que el actual?

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