¿Se leen libros en España?
Quizá le hemos dado varias vueltas al tema y, aunque es
complicado, se han expresado ya varias y valiosas opiniones como para
completarlo. Pero cada día surgen nuevas, que aportan una nueva luz al tema.
Mi posición es de optimismo hacia el futuro, con una especie
de nostalgia, sabiendo con certeza que no lo veré, porque por mucho que viva,
siempre habrá más futuro, incógnito y fascinante.
Para intuir el futuro echemos un vistazo al pasado, con
algunas frases incitantes, como para suscitar la polémica:
Empezando por los sabios griegos: Platón, pone en boca de su
maestro Sócrates unas cuantas frases. Algunas de ellas de dudosa fidelidad,
pero cuyo sentido es válido, como: "Los jóvenes hoy en día son unos
tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, se portan y visten de
forma extravagante y le faltan el respeto a sus maestros". (400 años antes
de Cristo)
Y hablando de nuestra época, se puede afirmar que a pesar de
las guerras que no paran. El drama de los inmigrantes ilegales y todas las
noticias tenebrosas que recibimos cada minuto, hay datos indiscutibles que,
mirando a nivel mundial, nos pueden insuflar un aliento de esperanza.
El analfabetismo en el mundo va disminuyendo. No al ritmo ni
en el sentido que sería de desear, porque a millones de personas se les enseña
a leer sólo determinadas cosas y se les infecta con lecturas dogmáticas,
políticas o religiosas. Prohibiéndoles incluso leer cosas distintas… Esperemos
que esa facilidad para leer, dé al fin sus frutos y consigan la libertad para
aplicarla a lo que quieran.
El hambre, era la tónica general en nuestra tan cacareada
Europa, hasta bien entrado el siglo XIX, donde la mayoría de la población se
alimentaba de gachas de harina y similares. Aunque hubiera unas castas que enfermaban
de gota por exceso de carne de caza. Hay mucha tela que cortar en este tema, e
incluso algunos países regresan al pasado, como Cuba, ahora Venezuela y
millones de africanos u orientales, pero el dato indiscutible es, que vamos
mejorando, aunque sea a trompicones.
Creo que sobre este tema se justificaría una anécdota, real e
histórica: Hace como 30 años, se refugiaron en la Embajada de España en La
Habana una cantidad de cubanos, pidiendo asilo político. Mientras el embajador
consultaba y negociaba con los mandados de Castro, ingresaron al día siguiente
otro grupo de cubanos.
Los empleados de la Embajada, por simple sentido común y a
simple vista, determinaron que, el segundo grupo estaba compuesto de policías
cubanos, que venían a disuadir a los refugiados, para que “volvieran al redil”,
(en el sentido literal de la frase). ¿Cómo lo supieron? Fácil. Los empezaron a
llamar “los fornidos”. Porque ese segundo grupo sí estaba alimentado…
Y volviendo a la lectura. No entiendo las quejas sobre las
nuevas tecnologías y demás polémicas sobre si son buenas o malas. Creo que han
llegado para quedarse y oponerse a ellas es: No sólo querer ponerle puertas al
campo, sino ponernos a derribar un muro a cabezazos. O nos adaptamos o
perecemos, pero el progreso, que siempre tiene sus lados buenos y malos, como
todo, es imparable e insensible a nuestros lamentos.
Montones de profesiones han desaparecido o disminuido: Ya no
se usan corsés, (Para las mujeres, porque los corsés mentales están de plena
actualidad), No se usan sombreros y un sinfín de cosas que eran
imprescindibles… “ayer”. Profesiones como la de linotipista en los periódicos,
que sus integrantes defendían como un club cerrado, desapareció. Toda una
empresa multinacional y elefantiásica como Kodak, ha desaparecido, con la
película fotográfica. Las salas de cine han cerrado por cientos y un largo etc.
Y para terminar… por hoy. Me parece interesante la propuesta
de Alberto y desde ya la asumo. Voy a ponerme en contacto en el enlace que nos
facilitas. Te enviaré uno de mis artículos y si te parece aceptable, aquí
tienes un colaborador.
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