Escribir por encargo
Entro un poco de tapadillo en este debate,
como un intruso inoportuno. Ya que hay una serie de colaboraciones
interesantísimas que, creo cubren todos los aspectos y a mi entender, han
dejado claro que no sólo se puede escribir por encargo, sino hacerlo bien y
sentirse uno satisfecho, por haber creado y encima, haber recibido una
retribución económica por ello. Los casos de falsedad o aprovechamiento
ilícito, son también normales y nada excepcionales, puesto que se dan en todas
las actividades humanas, desde que estamos habitando la tierra.
Pero me gustaría recordaros un caso que creo
paradigmático y supongo que habréis conocido, ya que ocurrió hace varias
décadas en USA. Intentaré resumirlo un poco al estilo telegrama:
Concurso de novela y una ganadora absoluta.
Se abren las plicas y resulta que el nombre real es el de una mujer,
absolutamente desconocida para todos.
Se ponen en contacto con los datos que aporta
la ganadora y contesta un hombre que dice ser su representante. El cual informa
de que la autora es una ama de casa, que ha escrito el libro en ratos libres,
en lugar de estar jugando al bridge o tomando el té con las amigas. Sin ninguna
experiencia previa y tal.
Se hace la edición que conlleva el premio y
se promociona en todos los medios con los datos aportados por el representante.
Gran éxito de público y crítica y las consiguientes especulaciones de hacer
nuevas y grandes ediciones, películas, etc.
Empieza una furiosa caza de la autora, para
hacerle entrevistas y ofrecerle contratos de todo tipo. Y cuando la presión
aumenta de forma que ya no se puede seguir ocultándola… ¡Se descubre el pastel!
El promotor, que no autor, es un periodista
que, para demostrar el teatro y la cantidad de basura que rodea el mundo
editorial y anexos, ha encargado a cada uno de los colegas de su periódico, que
le escriban una historieta, que tenga que ver con cada una de las
especialidades de esos periodistas: Internacional, Sucesos, Modas, Economía,
Deportes, Política, etc. Con unas condiciones simples: El personaje central se
llama John, (por ejemplo), la historieta debe ser de un número de páginas,
(aprox.) y en ella debe haber la mayor cantidad posible de sexo y violencia,
(dentro de lo publicable).
Después, ese periodista une cada historieta
con un poco de “engrudo”, para darles continuidad, (transiciones, se dice en
cine), y… novela al canto.
Tesis demostrada: Toda esa zarandaja de
“estilo, léxico, sintaxis, etc.” que manejan la mayoría de los sesudos
críticos, para ensalzar una obra, no tienen ningún fundamento. Porque aquí no
había un negro, sino toda una merienda de negros…
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